Vista de la colocación de arrecifes artificiales dentro del proyecto de investigación de la UC con la colaboración del Museo Marítimo del Cantábrico. EFE/Román G. Aguilera.

Un arrecife artificial para recuperar la vida marina

Santander (EFE).- El Museo Marítimo del Cantábrico (MMC) permitirá ver cómo recupera la vida marina un arrecife artificial, que desde este miércoles se encuentra en el acuario principal de esta instalación en Santander.

Esta acción divulgativa se enmarca en la fase final del proyecto científico europeo “3D PARE”, que busca mejorar la riqueza de los fondos marinos degradados por la acción humana y que está probando desde hace tres años su eficacia en la bahía de Santander y en zonas portuarias de Caen (Francia), Bournemouth (Reino Unido) y Oporto (Portugal).

Dos buzos han bajado hoy al acuario del MMC este arrecife, compuesto por tres piezas con un peso total de 180 kilogramos creados con una impresora 3D a partir de morteros sostenibles y polímeros sintéticos que están atravesado por “túneles” para permitir la entrada de seres a su interior.

Pulpos, algas, peces, estrellas de mar, percebes, cangrejos, anémonas y otros invertebrados han colonizado ya en el mar estas estructuras, como ahora los investigadores de la Universidad de Cantabria Elena Blanco y Adrián Yoris, que han diseñado esos arrecifes, esperan que también hagan los inquilinos del museo cántabro y del Aquarium de San Sebastián, donde también se ha instalado un arrecife.

“Llevan tres años sumergidos (en el mar) y se ha visto que la biodiversidad que atraen es igual o mayor que la del entorno natural”, ha destacado Blanco.

La importancia de agujeros y túneles

El medio marino alberga muchas actividades económicas en los países atlánticos, como el turismo, el ocio o las relacionadas con la explotación de los recursos naturales, que suponen un impacto en los ecosistemas marinos como la pérdida de biodiversidad, la migración de especies autóctonas y el establecimiento de especies invasoras.

El uso de arrecifes artificiales podría ser una solución, a corto plazo, mediante su fondeo en entornos naturales degradados, ha explicado Blanco.

De esta manera, un arrecife artificial puede ayudar tanto a aumentar las poblaciones de organismos asociados a los arrecifes naturales como a incrementar la riqueza y cantidad de especies con interés comercial, o bien, incluso, para crear un entorno atractivo para actividades de ocio como el buceo.

Los arrecifes artificiales atraen mucha diversidad de especies, pero no se han encontrado diferencias significativas entre formas y materiales.

Sin embargo, los investigadores ven fundamental incorporar agujeros y túneles para atraer a cangrejos, pulpos, peces, cangrejos y gambas porque crean hábitats para que tengan un refugio, construyan sus hogares y les proporciona sombra y flujos de corrientes de agua, necesarios para que las especies sésiles -que se fijan y se alimentan por filtración- puedan crecer.

En este sentido, los biólogos han constatado que los túneles grandes atraen a más seres que los pequeños.

“Es un resultado notable de cara a diseñar los futuros arrecifes artificiales”, ha subrayado la investigadora, quien también ha valorado el aporte que supone el sistematizado de los estudios -van nueve en este proyecto-, ya que en experiencias previas en las que se han sumergido arrecifes artificiales después no se han monitoreado.

El museo cántabro que más atrae

El vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, que ha acudido a la colocación de este arrecife artificial, ha destacado que a partir de ahora “el ojo público” podrá contemplar cómo evolucionan los arrecifes artificiales y la vida que desarrollan a su alrededor.

“Son fundamentales para minimizar el impacto de muchas obras marítimas que se desarrollan en la costa”, ha indicado Zuloaga, antes de recordar que el MMC es el museo más visitado de Cantabria.

El consorcio que desarrolla este proyecto europeo está integrado por la Ecole Supérieure d’Ingénieurs des Travaux de la Construction de Caen, el Instituto Português do Mar e da Atmosfera, la Universidade do Porto y la Bournemouth University, además de la UC.

El vicepresidente y consejero de Universidades, Pablo Zuloaga, asiste a la colocación de arrecifes artificiales dentro del proyecto de investigación de la UC con la colaboración del Museo Marítimo del Cantábrico. EFE/Román G. Aguilera.