El artista visual y poeta Rogelio López Cuenca, junto al proyecto que ha realizado sobre Picasso en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira. EFE/Pedro Puente Hoyos

Rogelio López Cuenca abre en Altamira un proyecto sobre Picasso que irá a otros 10 museos

Santillana del Mar (EFE).- El artista Rogelio López Cuenca ha desarrollado un proyecto sobre Pablo Picasso que expone el Museo de Altamira y que recalará en otros diez museos nacionales en España para recordar al pintor malagueño, dentro de las actividades de la Presidencia Española de la Unión Europa.

“Pi@a$$oTm” es el título de este proyecto con el que explora, a través de una instalación multimedia, el vínculo entre el arte contemporáneo y el Museo de Altamira, que acoge desde este viernes la primera muestra del homenaje a los 50 años de la muerte del artista malagueño.

El proyecto pasará, tras estar hasta el 29 de octubre en una de las cunas del arte rupestre mundial, por el Museo de Arqueología Subacuática, de Cartagena; el de Escultura de Valladolid, los de Cerámica y Artes Suntuarias de Valencia; y el de Arte Romano de Mérida.

En Madrid recalará en el Museo Nacional de Artes Decorativas, en el del Traje, en el del Romanticismo y en el Museo Cerralbo, así como el de la Fundación Lázaro Galdiano.

Las instalaciones museográficas ideadas por Rogelio López Cuenca, Premio Nacional de Artes Plásticas 2022, son específicas para cada una de las diez sedes y todas conformarán parte de las actividades culturales de la Presidencia de España de la UE.

Picasso y la tauromaquia

En Altamira, López Cuenca pone en relación la figura del gran bisonte, imagen por antonomasia de este centro, con diversas piezas que aluden tanto a la mitología del minotauro como a la tradición de la tauromaquia, ambas trenzadas en el imaginario popular en torno a la figura de Picasso y su identidad nacional.

En una entrevista con EFE, López Cuenca explica que sus instalaciones pretenden establecer un diálogo con las colecciones de los museos para abordar de manera crítica el fenómeno picassiano.

En ellas, afirma, “se entrecruza la pervivencia de rasgos característicos del mito romántico, en cuanto a la exaltación de la figura del genio creador, y los rasgos del consumo de mercancías propios del capitalismo tardío, donde la cultura ha venido a ocupar una centralidad hasta el momento desconocida”.

El artista visual y poeta, Rogelio López Cuenca, junto al proyecto que ha realizado sobre Picasso en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira. EFE/Pedro Puente Hoyos

De este modo, las propuestas expositivas incluyen tanto piezas procedentes del archivo del artista como otras creadas para la ocasión según las características de los museos con temática, materia o técnicas diferentes.

Con ello pretende relacionarlas con sus discursos museográficos “como si de una intromisión, un ruido similar al que provoca la publicidad”, explica el artista andaluz.

Complemento periodístico

Además, el proyecto se completa con una publicación en forma de periódico que será gratuita para los visitantes en los diez museos.

Esa publicación recoge una selección de artículos de investigadores y estudiosos tanto en la obra de Picasso, como en la diversidad de modos en que el fenómeno de su contradictoria fama se despliega y es consumido por la sociedad contemporánea.

La publicación acompaña al proceso de contextualización y reflexión de las intervenciones en los diferentes museos, con la voluntad de perdurar una vez concluido el proyecto expositivo.

Los autores que firman los diferentes artículos son, además del propio Rogelio López Cuenca, Paula Barreiro López, Isabel Bellido, Pepa Bueno Fidel, Helena Chávez Mac Gregor, Javier Cuevas del Barrio, Santiago Eraso Beloki, Ana García Alarcón, Francisco Godoy, María Dolores Jiménez Blanco, Béatrice Joyeux-Prunel o Antonio Javier López.

La admiración de Picasso por Altamira

Picasso nunca visitó la cueva de Altamira, pero cuando vio sus imágenes publicadas quedó impactado, hasta el punto de haberse hecho célebre la frase que se le atribuye: “Después de Altamira, todo parece decadente”.

Según López Cuenca, esa influencia se mantuvo presente a lo largo de su producción, y así se puede observar en sus más de cuarenta obras y en su colección privada de cráneos de animales, huesos, fotos y diversos objetos de formas primitivas.

Esa influencia ahora se muestra de la mano de López Cuenca que desarrolla desde hace años un proyecto de investigación y recopilación de un archivo de imágenes relacionadas con Picasso en muy diferentes soportes, como grabaciones televisivas, invitaciones de exposiciones, recortes de prensa o souvenirs.

Javier G.Paradelo