Vista de una de las réplicas de la Neocueva, en el Museo de Altamira. EFE/Archivo

El plan de conservación de Altamira, ejemplo en el libro verde para mejorar el patrimonio

Torrelavega, 18 oct (EFE).- El plan de conservación preventiva de la Cueva de Altamira ha sido incluido como ejemplo de buenas prácticas en el libro verde para la gestión sostenible del patrimonio cultural que fija el Ministerio de Cultura y Deporte.

Esa actuación de los gestores de la cueva rupestre, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985, se desarrolló de 2012 y 2014 para garantizar la conservación y visita pública de la cavidad original.

El libro verde del Ministerio avanzar en la construcción de un modelo de gestión común que permita hacer frente a los retos presentes y futuros, velar por la coherencia entre las políticas nacionales y los estándares internacionales, y fomentar la cooperación entre gestor y comunidad.

También plantea cuestiones sobre cómo conciliar la conservación del patrimonio cultural con la conciencia ecológica, cómo aplicar criterios de eficiencia energética o cómo conseguir que la tradición se convierta en una aliada para la gestión sostenible, según informa el Museo de Altamira en un comunicado.

Además, aspira a lograr la inclusión social a través del patrimonio cultural, facilitar su accesibilidad universal o involucrar a la sociedad en su gestión, como otros de los grandes retos a los que propone enfrentarse para favorecer la democratización y la gobernanza ciudadana.

Imagen de archivo de la entrada al Museo Nacional y Centro de Interpretación Altamira. EFE

Cómo conservar Altamira

El plan de conservación preventiva de Altamira se ha convertido una herramienta de gestión integral para el desarrollo de medidas y acciones de conservación de la cueva, a través de la cual se diseñan e implantan métodos de trabajo frente a situaciones de riesgo para la cavidad, el arte rupestre y las personas.

La cueva de altamira es un espacio subterráneo formado por galerías y salas de altura variable, que estuvo habitado en dos épocas hasta que hace unos 13.000 años un derrumbe selló su única entrada.

En su interior, se encuentra uno de los conjuntos de pinturas y grabados del Paleolítico Superior más importantes del mundo, que fue declarado patrimonio de la Unesco en 1985.

Desde su apertura al público, el impacto de los visitantes sobre la cavidad ha sido una preocupación constante, que ha favorecido multitud de estudios e investigaciones. Por ello, en 2001 se abrió al público la Neocueva, una reconstrucción científica y exacta de la original pensada para las visitas.