Santander (EFE).- La Estación Marítima de Santander cuenta con un centro de interpretación sobre la catástrofe del vapor Cabo Machichaco, que explotó en la capital de Cantabria.
La catástrofe del Cabo Machichaco dejó 590 muertos, 2.000 heridos y 60 edificios destruidos, a los que reúne un museo, que explica las circunstancias y consecuencias de aquella tragedia.
El museo cuenta con obras gráficas e ilustrativas, así como distinta documentación original de la época, fotografías y réplicas a escala del suceso.
El espacio, al que se puede acceder ya de forma gratuita, cuenta también con un diorama que representa el impacto de la explosión, así como remaches originales, casi todo ello fruto de donaciones.
El museo también reúne una gran compilación documental e histórica, entre la que se encuentran relatos, historias, fotografías, publicaciones, y maquetas.
Un fragmento del “Machichaco” reconstruido
Se puede ver la reconstrucción de un fragmento del casco del barco, así como dos cucharas que se rescataron de la explosión, el mango de un espadón perteneciente a una autoridad de la época y una medalla conmemorativa, donada por Rosa Coterillo, viuda del historiador José Luis Casado Soto.
Antes de la inauguración de este espacio, se ha producido la tradicional ofrenda floral en memoria de las víctimas, aunque debido al mal tiempo el acto se ha trasladado al interior de la Estación Marítima y no en el monumento en la plaza que lleva el nombre de ese vapor.
Tras una oración del obispo emérito, Manuel Sánchez Monge, la alcaldesa de Santander, Gema Igual, el presidente de la Autoridad Portuaria, César Díaz, y el presidente de la Real Asociación Machichaco, Roberto García Borbolla, han depositado la corona de flores junto a los Bomberos Voluntarios de la ciudad.
Un recuerdo para todos los días
La alcaldesa ha celebrado que, con este espacio museístico, la tragedia del Machichaco tendrá “su recuerdo todos los días del año” y ha trasladado su “alegría” por contar con ese centro de interpretación.
César Díaz ha subrayado que el museo ayudará a “no olvidar este episodio”, que fue, ha lamentado, “una tragedia seguramente evitable”, mientras que Roberto García ha señalado que, tras “la mayor catástrofe civil del siglo”, Santander “resurgió como el ave fénix” y reafirmó su “identidad”.
