Pablo Mantecón, a sus recién cumplidos 18 años, con su primer poemario, 'Desconocerme como medida de seguridad', en su localidad natal de Santillana del Mar. EFE/Javier G.Paradelo

Un poemario a los 18 años que une el amor a la palabra y a la poesía

Santillana del Mar (EFE).- A sus recién cumplidos 18 años el cántabro Pablo Mantecón acaba de publicar su primer poemario, “Desconocerme como medida de seguridad”, en el que vuelca su amor por las palabras y la escritura y su concepción de la poesía “como luz que entra por el agujerito de una tienda de campaña”.

Este joven, nacido en 2005 en Santillana del Mar, está matriculado en primer curso de Lenguas Modernas y sus Literaturas en la Universidad Complutense de Madrid, pero a la vez produce, casi sin darse cuenta, poemas que pretende presentar a un premio universitario y convertir en otro libro, como inicio de una carrera que entiende de futuro.

“Desconocerme como medida de seguridad”

“Desconocerme como medida de seguridad” reúne 72 poemas escritos por este joven autor en los últimos años, un trabajo que presentó a comienzos de este mes de diciembre en su pueblo natal, mientras prepara otros textos en español e inglés de cara a un futuro trabajo editorial, que pretende que vea la luz antes de finales del próximo año.

Aficionado al teatro, al baile y al doblaje, en una entrevista con EFE Pablo Mantecón explica que para él “escribir es un proceso de desahogo, de ayuda”. “Escribo casi por necesidad y hago poesía ya no por amor a la poesía sino por evasión, porque sin ella estaría completamente inmerso en mis problemas, sin ninguna manera de hacerles frente”, afirma.

Aunque confiesa que escribe casi desde que tiene memoria, su llegada a la poesía se produjo cuando descubrió que era el medio para expresar lo que sentía o sobre lo que veía que iba mal en su vida, como una forma de desahogo de la que ha surgido “Desconocerme como medida de seguridad”, su opera prima editada por Talón de Aquiles.

“Sin escribir estaría completamente inmerso en mis problemas sin ninguna manera de hacerles frente”, explica mientras acaricia orgulloso un ejemplar de su primer poemario, cuya portada es una fotografía suya de niño como símil de lo que se considera: una persona y un poeta todavía en construcción.

Asegura que la “poesía es la mejor manera de escupir” lo que le hace daño y, por eso, aconseja a otros jóvenes “que escriban, escriban y escriban sin miedo”, porque si no lo hacen “será peor” y nunca se sabrá si lo que uno produce tiene la calidad suficiente para ser publicado o leído por otras personas.

En ratos a solas

Pablo Mantecón confiesa que escribe “cuando puede y lo que siente”, cuando tiene un rato a solas, pues a veces comienza un poema por algo que ha escuchado o visto, aunque otras motivado por algo que le sugiere una frase, y a partir de ahí comienza a “moldear” sus ideas y “lo que quiero decir”.

Reconoce que su proceso creativo “es un poco particular”, pues muchas veces escribe un poema entero y cuando le acaba empieza a cambiarlo hasta conseguir expresar lo que quiere. Por eso su primer libro es “como un viaje al interior” que comienza exhibiendo su parte más alegre para, poco a poco, ir profundizando en sus sentimientos.

“Desconocerme como medida de seguridad” es “solo el principio”, pues ahora que ha reunido la confianza necesaria para sacar al mundo sus palabras espera “no parar”, pues considera que este primer poemario es “una oportunidad que no quiere desperdiciar” para seguir escribiendo y creciendo como poeta.