Valladolid (EFE).- El PP a nivel nacional y dos consejeros populares de la Junta de Castilla y León han intentado este viernes desmarcarse, con matices, del protocolo de medidas antiabortistas anunciado ayer por el vicepresidente de esta Comunidad, Juan García-Gallardo (Vox), quien sin embargo ha insistido en que este plan está consensuado con su socio de gobierno, el PP, y ha advertido: “se aplicará con carácter inmediato”.
Entre el anuncio de estas medidas que realizó ayer García-Gallardo en una rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno junto al portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo (PP), y la jornada de hoy se han producido reacciones de todo tipo, con versiones contradictorias sobre si suponían o no cambios respecto a los protocolos actuales aplicados para mujeres embarazadas.

En resumen, el anuncio del jueves a mediodía de García-Gallardo consistía en un protocolo de derivación a los equipos de salud mental de mujeres embarazadas “que lo requieran”, como fórmula para prevenir abortos y el ofrecimiento de una cuarta ecografía en el primer trimestre del embarazo para que los progenitores puedan “escuchar el latido del bebé” y una ecografía 4D antes de interrumpirlo.
Ya por la tarde de ayer, en declaraciones a EFE, fuentes de la Consejería de Sanidad matizaron el anuncio de García-Gallardo y aseguraron que el protocolo iba a “seguir igual”, aunque este viernes el consejero ha reconocido que sí habrá cambios para mejorar la asistencia a las embarazadas y que existen “pequeñas matizaciones” respecto a lo anunciado por el vicepresidente, pero con la garantía del cumplimiento de la legislación existente en materia de aborto.
Sémper (PP) pone límites
Esta mañana, la voz más contundente dentro del PP a este anuncio ha llegado de la mano del portavoz del Comité de Campaña, Borja Sémper, quien ha afirmado que su partido no está de acuerdo con la propuesta de Vox sobre el aborto y ha advertido de que no están dispuestos “a tragar con cualquier cosa”.
Mientras tanto, el vicepresidente de la Junta ha visitado la concentración motera de Pingüinos en Valladolid y en unas breves declaraciones ha insistido en que las medidas sanitarias para prevenir abortos se aplicarán “inmediatamente”, según lo consensuado con la Consejería de Sanidad, dirigida por el PP.

Posteriormente, a través de un tuit, García-Gallardo ha reiterado esa tesis y se ha remitido a la “nota de prensa difundida ayer por la Consejería de Sanidad”, en la que se especificaba que habrá un “protocolo de latido fetal dentro de la atención programada en el primer trimestre” de la gestación.
Y además, ha remitido a la Justicia a aquellas personas que consideren que las medidas anunciadas por la Junta puedan contravenir la ley y los derechos de las mujeres que tengan la intención de abortar.
El pulso de Vox
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha declinado analizar los matices de la Consejería de Sanidad de Castilla y León a las medidas anunciadas por García-Gallardo para “no complicar la buena relación” con el PP en la Comunidad, aunque posteriormente el partido ha marcado también territorio con un mensaje en su perfil de Twitter.

“Algunos pretenden negar a las mujeres el derecho que tienen a estar informadas. Los mismos que no quieren que se sepa que se están sacando violadores a la calle. Esperemos a nadie le tiemble el pulso. A Vox y a Juan García-Gallardo desde luego no le temblará”, han planteado en su tuit.
Abascal ha remitido al vicepresidente de la Junta para aclarar los términos de las propuestas, pero ha apostillado que “lo ha anunciado por Vox y lo que ha anunciado el Gobierno de Castilla y León no es una obligación: es que se va a dar el derecho a las madres de poder escuchar el latido de la vida que llevan dentro”.
Consejeros del PP
En declaraciones a EFE, el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez (PP), ha asegurado que las relaciones con el vicepresidente son “excelentes” y ha considerado que únicamente existen unas “pequeñas matizaciones” de su departamento sobre las medidas sanitarias antiaborto anunciadas ayer tras el Consejo de Gobierno.
Después de que su departamento trasladara ayer que la atención a las embarazadas va a “seguir igual” en Castilla y León, Vázquez ha asumido que sí habrá algunos cambios en los procedimientos, a la vez que ha manifestado que cree que no han dicho “nada significativamente diferente” los representantes de PP y Vox.
En un sentido similar a lo manifestado por la Consejería de Sanidad, el consejero de la Presidencia y recién nombrado candidato del PP a la Alcaldía de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha sido más explícito al defender la “absoluta voluntariedad” para “embarazadas y profesionales” a la hora de ofrecer la posibilidad de escuchar el latido o ver una ecografía.

Por otra parte, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco (PP), ha asegurado que el servicio público de salud autonómico (Sacyl) sí ofrecerá estos servicios anunciados ayer: “Se ofrecerán a todas las mujeres embarazadas y ellas elegirán si los quieren o no; avanzar en la mejora de la calidad, dar más servicios, más prestaciones, es bueno”.
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este viernes la creación de un teléfono de información para mujeres embarazadas “a favor de la vida y no en contra de nadie”.
Y con esta situación, ahora mismo nadie sabe muy bien qué se encontrará una mujer embarazada que acuda a una consulta médica en Castilla y León en las próximas semanas, vaya o no con intención de abortar, ya que pese al revuelo generado estas medidas tendrán que formar parte de una Orden oficial de la Consejería, según avisó ayer el vicepresidente.EFE