Presentación de la restauración del cuadro "Los comuneros de Castilla", cedido por el Museo del Prado a las Cortes de Castilla y León, este lunes, en Valladolid. EFE/ Nacho Gallego

Los Comuneros cabalgan de nuevo

Roberto Jiménez | Valladolid, jun (EFE).- Caminaban hacia una derrota segura, resignados pero altivos, sabedores de que debían sellar con sus vidas el pasaporte a la posteridad para perpetuar el arrebato de libertad que, 500 años después, tiene reflejo en el cuadro “Los comuneros de Castilla”.

Este lienzo de grandes dimensiones, 35 metros cuadrados, cuelga desde este lunes en el vestíbulo del parlamento autonómico después de más de un año de restauración tras su cesión por parte del Museo del Prado.

El director del Museo del Prado, Miguel Falomir, durante la presentación de la restauración del cuadro “Los comuneros de Castilla”, cedido por el Museo del Prado a las Cortes de Castilla y León. EFE/ Nacho Gallego

Comuneros muy reales

Fue pintado por Juan Planella y Rodríguez en 1987, de corte historicista pero realista, sin obviar matices que delatan una rigurosa documentación como el cielo encapotado y el terreno embarrado fruto de una tormenta caída horas antes y que condicionó la batalla celebrada en Villalar (Valladolid) el 23 de abril de 1521.

Hacia allí se dirigían los Comuneros, como sugiere el cuadro, para enfrentarse a las tropas realistas, caer derrotados, decapitados sus cabecillas por justicia real y comenzar el principio del fin de la revuelta comunera que María Pacheco, esposa de Padilla, prolongó algunos meses.

La restauración, prolongada en el tiempo por las dimensiones del lienzo, ha consistido en la eliminación de pliegues, marcas y pequeñas erosiones como consecuencia de la forma en que ha sido conservado durante las últimas décadas.

Sin daños irreversibles


La tela no presentaba daños irreversibles y ha sido cedida para su exposición permanente en el vestíbulo de las Cortes de Castilla y León, de igual modo que cientos de bienes patrimoniales del Museo del Prado, en torno a 4.000, que se encuentran en otros lugares por vínculos históricos, tradicionales y afectivos.

Es el caso de “Los Comuneros de Castilla”, que recala en Castilla y León, autonomía que determinó el 23 de abril como Día de la Comunidad en conmemoración de la derrota de Villalar que se produjo ese día y mes de 1521.

En el lienzo, los gallardetes y pabellones comuneros ondean por el fuerte viento y las tropas atraviesan un camino encharcado, con un cielo que Planella pintó muy oscuro como símbolo del fatal desenlace que se desencadenaría poco después.


El cuadro formo parte de la exposición nacional de Bellas Artes de 1887, premio para el cual fue pensado. Dentro de su peregrinaje por diferentes instituciones figuran el Ayuntamiento de Barcelona, el Museo de Arte de Cataluña y el Museo de Arte Moderno.


Más tarde, fue depositado y almacenado en el Museo del Prado durante los años ochenta del pasado siglo.
Su autor, Juan Planella y Rodríguez, nació en Barcelona en 1849, aunque otros estudiosos apuntan a 1850. Además de pintor fue también un poeta y filósofo, y destacó en el arte de la acuarela como técnica y en el retrato como temática preferida. EFE