Madrid (EFE).- La sociedad de garantía recíproca Iberaval considera que el sector está preparado para iniciar un proceso de concentración que podría reducir a una decena las dieciocho entidades que existen en España, especializadas en ofrecer asesoramiento a pymes y autónomos y garantizar la financiación que estos reciben.
Así lo ha considerado este martes el presidente de Iberaval, César Pontvianne, en un encuentro con los medios en el que ha destacado el gran potencial que tiene este negocio y esta sociedad en concreto, ya que en menos de cinco años ha pasado de tener un saldo vivo de 761 millones de euros en avales concedidos a 1.754 millones.
Actualmente, Iberaval se ha convertido en líder del sector y está detrás de uno de cada cinco euros de nueva financiación garantizada en España por estas entidades, ha dicho.
Iberaval, fundada en Castilla y León, opera también en otras comunidades como Madrid, Galicia y La Rioja, y cuenta con 38.000 socios, entre los partícipes y los institucionales, como el Ayuntamiento de Madrid o los gobiernos autonómicos de Castilla y León, La Rioja y Galicia.
Desde la sociedad insisten en que en España hay dinero para financiar nuevos proyectos empresariales, pero al final acaban saliendo adelante muchos menos de los que podrían tener éxito, debido a la existencia de trabas burocráticas o una elevada carga impositiva, por lo que piden más facilidades para estas iniciativas.
Las pymes, defienden, desempeñan un papel “fundamental” en la economía española, ya que son una parte significativa del tejido empresarial y generan empleo “de forma masiva”.
Pero también han notado el impacto del endurecimiento de la financiación bancaria, con condiciones más exigentes y elevados tipos de interés, así como las crecientes exigencias fiscales.
Según avanzaba el Informe de Financiación de la Pyme de Cepyme, correspondiente al año pasado, la proporción de solicitudes de préstamos rechazadas ha aumentado durante cinco trimestres consecutivos debido a la coyuntura empresarial y la menor liquidez en el mercado.
Por ello, es crucial que se restablezcan vías de financiación para que las pymes puedan impulsar su desarrollo y contribuir al dinamismo económico.
Según explican, en los últimos tiempos, en particular desde la pandemia, se ha acortado el plazo medio de los nuevos préstamos, si bien las empresas siguen necesitando disponer de circulante para evitar problemas de liquidez como los que han ocurrido en los años precedentes.
Ahí es donde entran las sociedades de garantía, que aportan soluciones para abaratar los precios de la financiación y alargar los plazos de devolución de esos préstamos.
Cerca de dos millones de empresas necesitaron financiación en 2023, un 54,2 % de las pymes, un porcentaje dos puntos inferior al de un año antes, pero muy superior al 34,8 % previo a la pandemia, según un reciente estudio de la Confederación Española de Sociedades de Garantía (SGR-Cesgar). EFE
