Aspecto de la pieza, Abesti Gogorra IV1959-1964) de Eduardo Chillida, una de las 70 obras artísticas de los máximos representantes de la abstracción internacional, como Rothko, De Kooning, Dubuffet o Pollock, y nacionales como Tàpies, Antonio Saura, Canogar o Palazuelo, procedentes del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, que, a partir de hoy de dialogan ante Gaudí en una exposición en La Pedrera.

El arte abstracto internacional y español dialogan ante Gaudí en La Pedrera

Barcelona (EFE).- Unas 70 obras artísticas de los máximos representantes de la abstracción internacional, como Rothko, De Kooning, Dubuffet o Pollock, y nacionales como Tàpies, Antonio Saura, Canogar o Palazuelo, procedentes del Museo de Arte Abstracto de Cuenca dialogan ante Gaudí en una exposición en La Pedrera.

Javier Gomá, director general de la Fundación Juan March, coorganizadora de la exposición junto con la Fundación Catalunya La Pedrera, ha señalado que esta muestra pretende combatir “la anomalía del arte abstracto español, que por su calidad rivaliza con sus contemporáneos, pero que no han tenido el peso suficiente a nivel internacional”.

La exposición, que se verá en Barcelona hasta el próximo 15 de enero de 2023 y que se exhibirá posteriormente en Dallas (EEUU) y Coblenza (Alemania), pretende hacer “una revisión del movimiento de la abstracción en España entre los años 1957 y 1978, en diálogo con las corrientes artísticas europeas y americanas de este período”, ha subrayado el director de Exposiciones y Museos de la Fundación Juan March, Manuel Fontán del Junco.

El recorrido expositivo, que no sigue un orden cronológico, muestra la variedad y complejidad de las diversas formas que adoptó la abstracción y sus principales tendencias en los ámbitos nacional e internacional: el informalismo y el expresionismo abstracto, la abstracción lírica y gestual, la abstracción geométrica, el arte cinético o la pintura de campos de color.

La exposición aprovecha las obras de climatización que se llevan a cabo en el museo de Cuenca, primer museo de abstracción en España, creado en 1966 por el pintor y coleccionista Fernando Zóbel, con piezas de artistas españoles con prestigio internacional, como Antonio Saura, Manolo Millares, Rafael Canogar, José Guerrero, Equipo 57 o Pablo Palazuelo.

A los que se sumaron también los principales representantes del informalismo catalán, como Antoni Tàpies, Modest Cuixart, Joan Josep Tharrats, Josep Guinovart o Albert Ràfols-Casamada.

En La Pedrera el arte abstracto español se confronta algunos de los principales artífices internacionales de esta corriente artística como Mark Rothko, Jackson Pollock, Lee Krasner, Willem de Kooning, Helen Frankenthaler, Jean Dubuffet, Hans Hartung, Alberto Burri o Alexander Calder, con algunas piezas que no se han visto nunca en Barcelona, como la pieza excepcional de Rothko, “No. 5 (Untitled)” (1964), cedida por su hijo Christopher, que la disfruta diariamente en el comedor de su casa.

La exposición de La Pedrera también establece “conversaciones íntimas y discretas entre las obras expuestas de artistas españoles e internacionales”.

Así, Antoni Tàpies dialoga con Jean Dubuffet, Manolo Millares con Alberto Burri, Antonio Saura con Emilio Vedova, Antonio Lorenzo con Nicolas de Staël, Eusebio Sempere con Alexander Calder, o Albert Ràfols-Casamada con Mark Rothko, en las conexiones más evidentes.

Los puntos en común ya se pueden observar en las primeras salas del itinerario expositivo, en las que “Painting (Silver over Black, White, Yellow and Red)” (1948) de Pollock, “Abstract nº 2” (1946-48) de Lee Krasner, “Terre de Sienne” (1946) de Wols o “Table au jambon et deux carafes” (1953) de Dubuffet dialogan con “Abesti gogorra IV” (1959-64) de Eduardo Chillida, “Blau profund” (1959) de Ràfols-Casamada, o “Marrón y ocre” (1959) de Tàpies.

En el tramo final de la muestra esos paralelismos se establecen, por ejemplo, entre el “Mobile” (1949) de Calder y “Latido” (1966) y “Cuadrado tomado de Albers” (1964) de Eusebio Sempere, o “Homenaje a Zurbarán” (1970) de Gustavo Torner.

En esta ocasión, la exposición se expandirá a la ciudad en Barcelona estableciendo diálogos con diferentes disciplinas artísticas en torno a la abstracción para ampliar contenidos y aportar nuevas miradas.

De este propósito ha surgido una serie de propuestas con otras instituciones culturales como el Liceu -recital del pianista francés Pierre-Laurent Aimard con obras de compositores relacionados con los movimientos del arte abstracto americano y europeo-, la Fundación Suñol, la Fundación Antoni Tàpies, la Filmoteca de Cataluña, Foto Colectania, la ESMUC o la Biblioteca de Cataluña.