La escritora, filóloga y académica Carme Riera presentó hoy en Barcelona su última novela, "La paz de los sueños felices", en la que vuelve a inspirarse en una figura mítica como pretexto para explorar la sensualidad y el deseo de las mujeres.

Carme Riera reinterpreta en su última obra el cuento de la sirena

Barcelona (EFE).- La escritora y académica mallorquina Carme Riera reinterpreta el popular cuento de la sirena en su último libro, “La paz de los sueños felices”, en el que aleja este personaje mítico de la percepción de “femme fatale” que ha tenido desde finales del siglo XIX.

La protagonista de “La paz de los sueños felices” (Bruguera en castellano y Edicions 62 en catalán) es una sirena que no tiene una cola de pez, como en la tradición más reciente, sino alas, y se debate entre tener brazos para acariciar o alas para volar.

“Las sirenas me atraen mucho porque he trabajado mucho literatura de fin de siglo del XIX, que es cuando las femme fatale eran consideradas las sirenas, las mujeres que llevaban a los hombres a la perdición, incluso a la muerte”, ha explicado.

Aunque las sirenas más conocidas son las de Disney, con cola de pez, recuerda Riera que “ya en el Ulises se hablaba de unas primitivas sirenas que tenían alas”.

Partiendo del origen del mito, Riera pensó en una reinterpretación que llevara a su sirena a desear cambiar las alas por brazos.

“Tener brazos era mucho mejor que tener alas, porque las alas no permitían frotar piedras para obtener fuego, ni acunar criaturas ni jugar a pillar, pero aún más que todo eso, siendo tan importante no lo era tanto si lo comparaba con la principal de sus funciones: permitir que dos seres se abrazaran hasta confundirse y fusionarse”, recoge el texto del relato.

A pesar de que la sirena se ha ganado un lugar entre los más pequeños gracias a la versión de Disney (“La sirenita”), Riera considera que el libro, con ilustraciones de Silja Goetz, “va dirigida a un público adulto”.

La autora mallorquina, que escribió este libro en plena pandemia, lo que le permitió “marchar muy lejos a pesar de estar confinada”, retoma como motivo literario una figura mítica a la que ya dedicó su anterior relato “La veu de la sirena” hace siete años, y explica esta reiteración por su condición de “isleña y marítima”, hasta el punto de que nunca ha podido “vivir en un lugar sin mar”.

A su juicio, Disney plantea un enfoque diferente en su sirenita: “La gracia de mi sirena está al final, que acaba con un tono optimista y positivo”.

El relato de Riera tiene que ver con aspectos del matriarcado, pues su sirena vive en una isla paradisíaca, regida únicamente por una autoridad femenina, y a la que los hombres solo van una vez al año y ellas son las que escogen a los hombres.

La protagonista decide marchar de esa isla para ver mundo y la aventura la lleva a parajes nunca vistos por las sirenas y a descubrir a los humanos.

Además de explorar las múltiples formas, implicaciones y contradiciones de la sensualidad y el deseo de las mujeres, la narración permite a la autora abordar temas como la maternidad que, “si es deseada, es maravillosa, pero si es una imposición, es un drama”.

Para Riera, que la mera posibilidad de poder ser madre es maravillosa, pero luego ejercerla es algo totalmente personal.

La escritora y profesora ve un “peligro” en el ejercicio de invertir el sexo de los protagonistas de cuentos tradicionales, como en “Caperucito rojo”, porque “hasta ahora teníamos la parte femenina en exclusiva”.

Reconoce que en “La paz de los sueños felices” hay “referencias de la narradora que provienen de la tradición oral mallorquina de las ‘rondalles’.

Confiesa Riera que noviembre siempre ha sido un mes “atractivo en la literatura”, a lo largo de su carrera: “Hace cincuenta años apareció mi primera novela, ‘Te deix, amor, la mar com a penyora’; ahora en noviembre aparece este libro y el próximo día 25 se estrenará en Palma una ópera de la que he hecho el libreto”.