Barcelona, 13 mar. (EFE).- El Gran Teatre del Liceu se prepara para otra de sus grandes noches, el próximo 18 de marzo, con el estreno mundial de la ópera de nueva creación de la compositora Raquel García-Tomás, con dirección de escena de Marta Pazos y libreto de Irène Gayraud, sobre el “épico viaje” de “Alexina B”, un icono intersexual.
Segunda mujer que estrena en el coliseo de la Rambla, 49 años después de que lo hiciera Matilde Salvador con “Vinatea”, García-Tomás ha señalado este lunes en rueda de prensa, acompañada por su equipo y las intérpretes, entre las que destaca la mezzosoprano Lidia Vinyes-Curtis, que su voluntad es la de “visualizar y sensibilizar” sobre la realidad de las personas intersexuales.
El proyecto de la Premio Nacional de Música 2020 empezó a tomar forma en plena pandemia, tras solicitar una Beca Leonardo de la Fundación BBVA y hablar con la libretista francesa Irène Gayraud, a quien le comentó que le gustaría componer una ópera francesa sobre género.
HERCULINE BARBIN
Gayraud le puso sobre la pista de Herculine Barbin (1838-1868), más conocida como Alexina B, que fue declarada de sexo femenino al nacer, pero que desarrolló características anatómicas que no se pueden clasificar de manera binaria.
Acabó siendo registrada como hombre, con el nombre de Abel Barbin, pero su identidad de género no encajó en la sociedad del siglo XIX, suicidándose a los 29 años.
Raquel García-Tomás no ha escondido que antes de esta conversación no conocía nada sobre Alexina B, que dejó escritas unas memorias sobre las que se basa la ópera, y han sido tres años de intenso trabajo tanto para conocer mejor la problemática de las personas intersexuales, a las que ha agradecido sus aportaciones, como el caso concreto de la protagonista de su pieza.
Con dirección musical de Ernest Martínez-Izquierdo, el último en incorporarse al montaje, la creación de García-Tomás, de tres actos y unas 2 horas y media de duración, no es la primera que aborda la intersexualidad, pero sí la primera en hacerlo en España.
Las artífices de la obra han coincidido hoy en valorar muy positivamente la preparación de la ópera, en la que su compositora evoca la música del siglo XIX francesa “desde un prisma actual”, encargándose también de la videocreación.
Su intención con la música ha sido “no sólo describir las acciones, sino también las emociones, especialmente las de Alexina, con muchas sugerencias, llevando el lenguaje de la ópera más allá, desde la base hasta todo lo que podemos explorar con el uso de las voces, captando susurros o incluso respiraciones”.
UNA MÚSICA AL SERVICIO DE LA HISTORIA
A su juicio, la música “está al servicio de la historia”, creándola teniendo en cuenta la interrelación de disciplinas.
“Tradicionalmente -ha dicho- se crea el libreto, después la música y luego las escenas. Pero nosotros pensamos que en una ópera del siglo XXI tiene que haber mucha comunicación entre todas para que la música vaya a favor de la escena y del libreto, que haya un punto de contacto, una creación conjunta”.
Marta Pazos ha indicado que con su puesta de escena muestra “una historia como si se tratara de una serigrafía, con una cuatricromía”, en la que hay una preponderancia del verde liquen.
Este hecho cree que “conecta con el mundo natural y con el sistema, puesto que Alexina tanto estuvo contra el sistema, como aplastada por el mismo, como encontró el amor dentro del sistema. No queríamos estigmatizar al personaje”, ha apostillado.
Raquel García-Tomás, que repite con Pazos, con quien ya trabajó en la aclamada “Je suis narcissiste”, ha incidido en que lo más importante es conseguir que “el público empatice sobre este personaje, que entienda que hizo un viaje épico, con momentos duros, pero otros fabulosos”.
La mezzosoprano Lidia Vinyes-Curtis que, igual que el resto del equipo es como si estuviera a las puertas de una muy especial Noche de Reyes, ha confesado estar en un momento personal muy dulce, tras su reciente maternidad, y por poder meterse en la piel de Alexina y haber podido conocer qué pasa en un cuerpo intersexual.
Tras unos meses en el proyecto, lo que ha aprendido es que estas personas “llevan una mochila con 100 kilos de secretos, 400 de dolor físico y emocional, 500 kilos de aparentar y disfrazarse porque han de adaptarse a una sociedad en la que hay que ser o A o B, y 1.000 kilos de ignorancia sobre su propia situación hormonal y física”.
Sobre Herculine ha sentenciado que sólo quería “ser honesta con sí misma, alguien que quiso con pasión pero que incluso así no fue feliz, no se adaptó y tomó una decisión que acabó con su vida”, destacando, por otra parte, que García-Tomás ha compuesta “una música muy clara, prístina”.
En la obra, de la que se ofrecerán tres representaciones los días 18, 21 y 22 de marzo, también participarán las sopranos Alicia Amo, Elena Copons y Mar Esteve, así como el contratenor Xavier Sabata y el Cor Vivaldi-Petits Cantors de Catalunya, con la Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu, dirigida por Ernest Martínez- Izquierdo.