El Supremo admite a trámite un recurso contra el desarrollo de la eólica en la Costa Brava

Girona (EFE).- El Tribunal Supremo ha admitido a trámite un recurso contencioso administrativo presentado por dos plataformas ecologistas contra el desarrollo de la energía eólica marina flotante en la Costa Brava, en el litoral de Girona.

Las asociaciones son Stop Macro Parc Eòlic Marí e IAEDEN-Salvem l’Empordà, que han anunciado este martes que el pleito se centra en el Golfo de Roses, aunque se extiende a las cinco demarcaciones españolas incluidas en los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) que permiten la puesta en marcha de este tipo de renovable.

Para ello, la primera de estas plataformas se ha aliado con la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y trabaja en coordinación con las cofradías de pescadores del norte de España, que se oponen también a la instalación de parques eólicos.

El vicepresidente de Stop Macro Parc Eòlic Marí, Jordi Ponjoan, ha explicado en Girona que la aprobación de los POEM por real decreto el pasado febrero carece de “respaldo ciudadano” y ha insistido en su impacto negativo en la biodiversidad.

Ponjoan, tras subrayar que los parques eólicos del norte de Europa están anclados al suelo marino al tener aquellas aguas poca profundidad y su repercusión en el entorno natural es menor, ha dado paso al abogado Eduard de Ribot, quien ha detallado que el recurso se presentó el pasado 4 de mayo.

El objetivo del contencioso, según De Ribot, es anular el real decreto por entender que es contrario a derecho, al menos en lo “relativo a la demarcación levantino-balear” y, en concreto, a esa zona del Golfo de Roses.

El letrado de los ecologistas ha explicado que se busca también que se condene a la administración a catalogar todo ese área “de uso prioritario para la protección de la biodiversidad” con exclusión allí de este tipo de energía eólica.

El recurso apunta también a que el real decreto es “contrario al principio de precaución y cautela” y Eduard de Ribot ha destacado que la admisión a trámite es un aviso a las empresas interesadas en construir parques con aerogeneradores flotantes en este tramo de costa de que “no hay nada definitivo ni firme”.

Las dos plataformas están convencidas de que la inclusión del Golfo de Roses en los POEM se puede anular y contemplan llegar a los tribunales europeos si es necesario.

Los motivos que han esgrimido en su impugnación pasan por irregularidades en todo el proceso, por infracción de ese principio de precaución y cautela, del deber de preservar la biodiversidad o el de integridad de la red europea Natura 2000 de protección de todo este espacio.

De Ribot ha reiterado que “esta tecnología no está testada” en relación a la marina flotante y que, donde se plantea la instalación de los aerogeneradores, hay “ocho espacios protegidos y dos áreas de veda”, así como una ruta migratoria de cetáceos y paso de aves.

Incluso, ha apuntado a una posible “desviación de poder” por apostar desde la administración por la “productividad” frente al interés general en forma de conservación de la biodiversidad y ha señalado que, “mientras no se había cambiado el régimen de protección, seis empresas presentaron seis proyectos”.

También se justifica el recurso en la necesidad de “valorar alternativas” y en la obligación de llevar a cabo unos “trámites de participación”.

Stop Macroparc Eòlic Marí e IAEDEN-Salvem l’Empordà entienden que España está siendo incompatible “con el Tratado de los Océanos, que ordena que los Estados lleguen a proteger el 30 % de sus espacios marítimos, que aquí sólo llega al 12 %”.

El Tribunal Supremo ya aceptó a trámite hace unos días un recurso en esta misma línea presentado desde Galicia y, según los ecologistas, se prepara otro en el área de Cádiz.

Desde las dos entidades que han presentado el recurso en Cataluña se ha puesto en cuestión a la Generalitat por acordar una vez aprobados los POEM que el Golfo de Roses ejerza de banco de pruebas de la energía eólica antes de su implantación definitiva.

Eduard de Ribot ha destacado por último que “una vez más, quien defiende el Empordà son las asociaciones y los ciudadanos, la administración no está nunca” y ha recordado los casos de la playa de Castell en Palamós, la zona volcánica de La Garrotxa o el parque natural del Cap de Creus.