Barcelona, 8 ago (EFE).- El Laboratorio de Hidrógeno de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) busca financiación para ampliar sus instalaciones, después de concluir la primera fase de creación con once grupos de investigadores que desarrollan tecnologías para utilizar el hidrógeno como fuente de energía renovable.
En una entrevista con EFE, el director y el subdirector del Laboratorio de Hidrógeno de la UPC, Lluc Canals y Lluís Soler, respectivamente, han explicado que, una vez concluida la fase 1 de creación, están pendientes de conseguir la financiación para sacar adelante las fases 2 y 3 de ampliación de las instalaciones.
Aseguran, en este sentido, que el laboratorio, denominado CER-H2 (por sus siglas en catalán Centre Específic de Recerca de l’Hidrogen), trabaja actualmente a pleno rendimiento con once grupos de investigadores distintos integrados por una cincuentena de personas, entre profesores de la UPC e ingenieros posgrado.
Estos grupos de investigación desarrollan proyectos vinculados con la cadena de valor del hidrógeno, que van desde la mejora de la producción del hidrógeno verde, el almacenaje y distribución y el uso como combustible, hasta sus aplicaciones en el transporte.
El CER-H2 produce su propio hidrógeno verde
«Se conoce poco -afirma Lluc Canals-, pero en el laboratorio experimentamos con el uso del hidrógeno como combustible de aviación (proyecto H2elios), para el transporte terrestre (coches, furgonetas, autobuses y camiones), ferroviario y para el transporte marítimo».

El CER-H2 cuenta con su propia instalación generadora de hidrógeno verde, producido a través de un electrolizador con tecnología de Electrolisis de Membrana de Intercambio Aniónico (AEM) y de electricidad obtenida de placas solares.
Estas placas están instaladas en el tejado del edificio que alberga el laboratorio, ubicado en el Campus Besòs de la UPC.
Los máximos responsables del laboratorio defienden la necesidad de ampliar el laboratorio con las fases 2 y 3, que ya estaban previstas desde la creación, pero que sufren un considerable retraso respecto al calendario previsto, ya que la fase 2 debía estar concluida en diciembre de 2023 y la fase 3 en diciembre de 2024.
Aseguran que ampliar el laboratorio representa la posibilidad de conseguir una mejora sustancial en la capacidad de producir hidrógeno verde, pero también de experimentar con sus aplicaciones.
Financiación pública externa
Ya hay empresas que utilizan las instalaciones del laboratorio para investigar proyectos que la UPC ha seleccionado, pero si hay una ampliación se cree que la colaboración con las empresas aumentará.
Las fases 2 y 3 no dependen de la UPC, sino que están pendientes de financiación externa que, según Lluc Canals, debe ser pública: del Estado, la Generalitat o la UE.
«Cualquiera de las tres opciones es válida y si hay financiación conjunta también», precisa antes de indicar que la opción de un patrocinio empresarial no se contempla, «porque las ampliaciones son caras, y esto es una universidad, no un centro económico».
Los proyectos estrella
Proyectos desarrollados en el laboratorio como Bike (generación de catalizadores bimetálicos para producir hidrógeno verde y azul) y Mecaten (catalizadores para producir energía con metano e hidrógeno) ya han finalizado pero tiene continuidad en el proyecto Unite!Energy.
Subsisten los proyectos H2Glass (vidrio), H2Elios (aeronáutica) y Dovelar (motores eléctricos basados en pilas de hidrógeno mejoradas), pero los directores del laboratorio tienen ahora la vista puesta en el proyecto Talents, que aún no ha empezado.
Este proyecto, cuya puesta en marcha es inminente, es fruto de una acuerdo entre la Generalitat y el gobierno del land alemán de Baden-Württemberg, y supone crear 40 tesis doctorales de investigación sobre el hidrógeno entre universidades catalanas y alemanas.
Investigar en los catalizadores
Una parte importante del trabajo del CER-H2 sigue siendo, sin embargo, investigar los catalizadores para llevar a cabo la electrolisis, que es el proceso por el que se utiliza electricidad para descomponer el agua en hidrógeno (H2) y oxígeno (O2).
El laboratorio experimenta para conocer qué tipos de aguas pueden ser más eficientes con los nuevos catalizadores: agua pura, agua corriente, aguas residuales y el agua de mar, siendo esta última la que es más sostenible desde el punto de vista medioambiental, pero que presenta una gran complejidad.

Las principales dificultades que hay en la electrolisis con agua de mar es que, de la misma, se obtiene como subproducto el cloro -que es contaminante-, la corrosión, y también lo que el subdirector del CER-H2, Lluís Soler, denomina como «la gestión de la sal».
Encontrar una electrolisis eficiente con agua de mar es, sin embargo, como hallar el «santo grial» de los investigadores en hidrógeno, explica un ingeniero del laboratorio, y más cuando en situaciones de sequía utilizar agua corriente es poco sostenible. EFE