Barcelona (EFE).- El Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) ha presentado este lunes el escrito de oposición a la ejecución de la sentencia sobre las pinturas de Sijena, donde se reafirma en su «incapacidad técnica» para llevar a cabo la retirada y traslado de las obras.
El escrito del MNAC, asimismo, aporta nuevos informes de expertos nacionales e internacionales que «avalan, ratifican y amplían» su posición y mantiene los argumentos técnicos y jurídicos que «ha defendido a lo largo de todo el proceso, priorizando la preservación de la obra».
Además, señala «los riesgos de daños irreparables, confirmados por nuevos informes de expertos nacionales e internacionales, entre ellos el ICCROM (International Centre for Study of the Preservation and restoration of Cultural Property)».

En este estudio, el ICCROM, organización intergubernamental para ayudar a conservar el «patrimonio cultural» y que envió en misión oficial a una de sus técnicas a Barcelona, recomienda «encarecidamente» efectuar una evaluación exhaustiva de los riesgos en base a «los valores existentes antes de emprender cualquier acción relacionada con la reubicación».
Por su parte, la doctora Simona Sajeva ha redactado un segundo informe, con fecha de 1 de septiembre de 2025, que complementa su estudio de 2016, donde concluye que, tanto el plazo como la propuesta técnica propuestos, «ignoran los graves riesgos de dañar de forma irremediable las pinturas, y, por tanto, son inviables».
Un cronograma alternativo
El centro remarca que el escrito lo ha presentado de acuerdo con el calendario procesal y dentro de los «términos legales establecidos», en respuesta al auto del Juzgado del pasado 22 de julio, de acuerdo con el Patronato.
Comunica, asimismo, que «ya está en fase de cumplimiento» en lo que se refiere a las pinturas profanas, cuyas «características y estado de conservación son técnicamente diferentes».
El MNAC ahora aporta borradores de los «documentos necesarios» para la licitación que el gobierno de Aragón deberá «revisar y completar», dado que «desconoce el destino y el método de instalación final de las pinturas, así como las condiciones climáticas y de conservación del lugar en el que estarán instaladas».

El MNAC propone un «cronograma alternativo, detallado y por fases» que incluye las «aprobaciones administrativas necesarias» y «los procedimientos y normas de actuación estándares de carácter internacional que son de obligado cumplimiento».
En el escrito, también «cuestiona» el calendario propuesto por Aragón, tanto en «los procedimientos como en los requerimientos para actuar y tomar decisiones» y «pone en evidencia» que la empresa que actúa en representación de ese gobierno «carece de la experiencia y la solvencia necesarias para una operación de esta envergadura».
Extrema fragilidad y daños irreversibles
El museo precisa que, a pesar de haber presentado un calendario alternativo, reitera su «incapacidad técnica» para la retirada y el traslado de las pinturas por «el riesgo de daños irreparables que dicha operación verosímilmente supone, su extrema fragilidad y los daños irreversibles que por esa razón pueden padecer, de manera altamente probable, en las arduas y complicadas actuaciones necesarias para el cumplimiento voluntario (o forzoso) de la sentencia».
Asimismo, aporta los citados nuevos informes tras «recabar» la opinión de los «más prestigiosos expertos internacionales» en la materia y considera que estos estudios «confirman» el diagnóstico sobre la «extrema fragilidad» de las pinturas murales de la sala capitular.

Simona Sajeva destaca en su texto la «ausencia» de una «evaluación integrada de los riesgos», así como las «pérdidas potenciales» relacionadas con la operación.
Por su parte, el ICCROM recuerda que las pinturas «pueden considerarse como supervivientes de una pérdida catastrófica, rescatadas en circunstancias de emergencia» y que su estado actual «alterado y frágil las hace especialmente vulnerables a las perturbaciones físicas y a los cambios ambientales».
Pinturas «vulnerables»
Debido a este estado «alterado, frágil y reactivo», las pinturas «son vulnerables a un mayor deterioro, en particular en caso de cambios ambientales o perturbaciones físicas (golpes, vibraciones)», por lo que recomienda «encarecidamente realizar una evaluación exhaustiva de los riesgos en base a los valores existentes antes de emprender cualquier acción relacionada con la reubicación».
Además, dos de las expertas que participan en la comisión creada por las administraciones, la Generalitat y el Ayuntamiento, hacen especial hincapié en que las pinturas se «mantienen relativamente estables gracias a un entorno ambiental monitorizado, con parámetros prácticamente invariables, y de la atención permanente de profesionales especializados».
Por todo ello, el MNAC «no puede sino reiterar su incapacidad técnica» para la retirada y el traslado de las obras. EFE