Jose Oliva | Miravet (Tarragona) (EFE).- El castillo de Miravet (Tarragona), una de las fortalezas templarias mejor conservadas en España, ha vuelto a su esplendor medieval a través de una «museografía tecnológica e inmersiva». Esta propuesta proporciona una nueva aproximación al visitante.
Esta nueva museografía y visita, presentada por la consellera de Cultura, Sònia Hernández, y el alcalde de Miravet, Miquel Morales, se inscribe en el proyecto ‘Els ulls de la historia’. Este proyecto ya está presente en el yacimiento de las pinturas rupestres de El Cogul, en la cartuja de Escaladei y en el Centro del Románico de la Vall de Boí.
La jefa del área de Monumentos y Yacimientos de la Agencia Catalana del Patrimonio Cultural, Carme Bergés, ha explicado en la presentación que este proyecto tiene por objetivo «acercar los monumentos al público de manera vivencial». Esto se logra a través de nuevos relatos y de tecnología inmersiva.
La nueva visita propone un relato en primera persona, a través del personaje de Said, un niño sarraceno, creado a partir de una investigación minuciosa y la interpretación patrimonial. Said convive con otro niño, cristiano, de origen noble.
Para conseguir los objetivos se han desarrollado recursos que ofrecen información y que pueden personalizarse según los intereses de cada visitante. La voluntad es ofrecer una experiencia única a través de enlaces QR situados en el itinerario de visita.
Nueva guía multimedia
Los nuevos recursos incluyen una nueva experiencia de realidad virtual, una instalación audiovisual y un interactivo. Además, se ha creado una nueva guía multimedia y se ha apostado por una señalización mínimamente invasiva. Esto favorece la contemplación del monumento, respetando los restos arqueológicos.

La historia del Castillo de Miravet tradicionalmente se ha centrado en la presencia templaria y en el aura mística de esta orden de monjes guerreros. Sin embargo, según Bergés, «era necesaria una nueva mirada que hiciera aflorar otras voces de la sociedad medieval que sustentaban el castillo, pero que no formaban parte de la orden, como la sociedad andalusí que cultivaba la tierra, canalizaba el agua de riego o elaboraba la cerámica».
Viaje al siglo XIV con realidad virtual
En la antigua bodega de la fortaleza, situada en el patio de armas, se ha instalado una experiencia de realidad virtual. Esto permite a los visitantes viajar en el tiempo. El viaje es al siglo XIV, cuando la sociedad andalusí trabaja las tierras de los templarios, y al siglo XVII, cuando los templarios, antes vencedores, serán los vencidos y expulsados.
En el refectorio, fiel a su función original como sala donde los monjes hacían las comidas, se ha instalado un nuevo interactivo. Este interactivo permite preparar «virtualmente» platos de la cocina medieval.
Esta propuesta ayuda a relacionar los frutos de la tierra, las técnicas culinarias y la vida cotidiana en un castillo gobernado por monjes. Estos monjes, a pesar de su condición religiosa, ejercían funciones militares.
En el interior de la iglesia del conjunto se ha situado una nueva instalación audiovisual multipantalla. Esto muestra fragmentos de la vida cotidiana de los pueblos que formaban parte de la comanda de Miravet. Este era el territorio gestionado y controlado por los templarios.
«Estos fragmentos audiovisuales invitan a reflexionar sobre el poder que se ejercía desde este enclave». Este poder se ejercía sobre las personas que vivían en el territorio próximo, ha apuntado Bergés.

Nueva museografía inmersiva en el monasterio de Sant Pere de Rodes
En su intervención, la consellera de Cultura ha anunciado que el éxito de esta primera fase del proyecto ‘Els ulls de la historia’ animó a su departamento a impulsar una nueva etapa a partir de 2026. Esto incluirá cinco monumentos nuevos. La primera fase culminará a principios del próximo año con el monasterio de Sant Pere de Rodes.
Los nuevos espacios patrimoniales que incorporarán esta nueva museografía tecnológica serán el castillo de Cardona, el teatro romano de Tarraco, la colonia modernista Sedó, la ciudad ibérica de Ullastret y el yacimiento andalusí del Pla d’Almatà.
Sònia Hernández ha recordado que «la museografía pone en valor el origen andalusí del castillo templario, que oculta historias a veces menospreciadas o poco estudiadas». Estas historias ahora se reivindican. Además, recuerda «la pluralidad de nuestros propios orígenes, que somos fruto de la diversidad a lo largo de los siglos».