La misión Euclid Telescope despega a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX en el Centro Espacial Kennedy. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

Despega desde Cabo Cañaveral la misión espacial Euclid para explorar el universo oscuro

Cabo Cañaveral (EE.UU.) (EFE).- Euclid, la misión europea para explorar el universo desconocido y oscuro, despegó este sábado a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde Cabo Cañaveral, en Florida.

El lanzamiento se produjo a las 15:12 horas GMT y, tras la separación del cohete, Euclid pondrá rumbo al punto conocido como Lagrange 2, a una distancia media de 1,5 millones de kilómetros de la Tierra -donde también se encuentran telescopios como Gaia y James Webb-.

Desde allí, observará durante seis años miles de millones de galaxias a una distancia de hasta 10.000 millones de años luz, en más de un tercio del cielo; el objetivo, crear el más grande y preciso catálogo en 3D del universo para tratar de avanzar en el conocimiento de la naturaleza de la materia y de la energía oscura.

Ecuaciones alternativas

Euclid, la misión europea para explorar el universo oscuro y desconocido, despegó a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX. EFE/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

Nunca se ha observado tan lejos como lo va a hacer esta misión, así que una posibilidad es que el modelo estándar cosmológico funcione, pero también podría ser que ecuaciones alternativas se ajusten mejor.

Euclid, con un coste de 1.400 millones de euros (unos 1.529 millones de dólares al cambio actual) y que cuenta con la participación de empresas y centros de investigación españoles, está diseñada por tanto para ofrecer nuevos datos del lado desconocido y oscuro del universo.

Con este mapa tridimensional del universo (siendo el tiempo la tercera dimensión) se recopilará información sobre las formas, posiciones y distancias de las galaxias y servirá para avanzar en el conocimiento de la materia y la energía oscura, en cómo ha cambiado la expansión del universo o en la comprensión de la gravedad.

La materia normal es la que integra los planetas, las galaxias o las estrellas y representa un 5 %; el resto está en forma de energía oscura (alrededor del 70 % del cosmos) y materia oscura (25 %), componentes distintos que la cosmología aún trata de explicar.

El lado oscuro del universo

Personas observan desde la playa de Playa el despegue de la misión del Telescopio Euclid en un cohete SpaceX Falcon 9. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

En el universo, la materia normal es la que integra los planetas, galaxias o estrellas y representa un 5 %; el resto está en forma de energía oscura (alrededor del 70 % del cosmos) y materia oscura (25 %).

Según los modelos actuales, estos componentes -que representan el 95 %- afectan al movimiento y la distribución de las fuentes visibles, como las galaxias, aunque no emiten o absorben luz. La ciencia todavía no ha podido determinar qué son, por lo que entender y escudriñar su naturaleza es uno de los desafíos más importantes de la cosmología.

En cuanto a la expansión del universo, en un principio se creía que esta era producto del “big bang” con el que se originó todo el universo; se aceptaba que en algún momento acabaría frenada por el efecto contrario de la fuerza de la gravedad que liga entre sí la materia, pero no es así.

Existe algo que de alguna forma crea cada vez más espacio entre las galaxias y esto es la energía oscura. Produciría la expansión acelerada del universo pero no se conoce ni su fuente, ni su física, ni cómo funciona.

La misión Euclid Telescope despega a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX en el Centro Espacial Kennedy. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

Datos diariamente

La nave utilizará tres antenas para comunicarse con la Tierra, situadas en Australia, Argentina y España (Cebreros, Ávila), y enviará datos diariamente, en una ventana de cuatro horas. Estos se procesarán en hasta nueve centros y finalmente se archivarán en la sede madrileña de la ESA.

Para acceder a ellos no habrá que esperar al final de la misión, sino que aproximadamente cada año se irán haciendo públicos los obtenidos hasta ese momento.

¿por qué un cohete de SpaceX?

En estos momentos la ESA no dispone de lanzadores y, como medida temporal, decidió llevar al espacio a Euclid y la misión Hera con un vehículo de la firma privada estadounidense.

Personas observan desde la playa de Playa el despegue de la misión del Telescopio Euclid en un cohete SpaceX Falcon 9. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

La situación se debe, además de los retrasos del Ariane 6, a la invasión rusa de Ucrania, tras la que Europa dejó de servirse de los cohetes rusos Soyuz, y al accidente de uno de sus nuevos lanzadores Vega el pasado diciembre.

Una “playlist” y otras curiosidades

En el consorcio de Euclid hay científicos de más de 300 instituciones de Europa, Canadá, Estados Unidos y Japón. La nave lleva una placa con el dibujo de una galaxia hecha con las huellas dactilares de los investigadores.

Muchas de las personas implicadas llevan más de una década en Euclid. Justo, un día como hoy de hace diez años, el 1 de julio, se firmó el contrato de la misión. “Tenía que despegar hoy”, afirmó Walter Cugno, de Thales Alenia Space, contratista principal de la misión.

Euclid tiene su propia “banda sonora”. La ESA ha subido a la plataforma Spotify una lista de reproducción con canciones que de una u otra forma -aunque no directamente- tienen que ver con el universo oscuro.

El grupo español Amaral se ha vuelto a colar en ella con el tema “El universo sobre mí”, como ya lo hizo en la lista de la misión Juice a Júpiter. También están Coldplay (“My Universe”), a-ha (“Dark Is The Night for All”) o Bruce Springsteen (“Dancing in the Dark”).