Los reptiles reciben menos fondos para su conservación

Madrid (EFE).- Los reptiles son los olvidados de la conservación, pues “se les destinan menos fondos” respecto a otros animales, pese a que también son vulnerables ante la pérdida de hábitat y fenómenos como las especies invasoras o el cambio climático, explican a EFE diversos herpetólogos.

El principal impulsor de su declive poblacional es “la pérdida o alteración del hábitat”, asegura a EFE Carlos Cabido, presidente del departamento de Herpetología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Cabido alude también al problema creciente de las especies invasoras y al del cambio climático como otras grandes amenazas y precisa que, en el caso de este último, determina y “altera la proporción de sexos”, lo que afecta directamente al potencial de reproducción de las especies.

Hay actualmente 85 especies de reptiles registradas entre la península y las islas, según indican datos del Museo Nacional de Ciencias Naturales; ocho de ellas en peligro de extinción, tal y como figura en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. La lagartija batueca, la tortuga mediterránea o el lagarto gigante de El Hierro, entre estas.

Muchas de las especies recogidas en este informe pertenecen a zonas insulares o están directamente amenazadas por invasoras, como ocurre con la tortuga de Florida, cuentan los expertos.

Enrique Ayllón, gerente de la Sociedad Herpetológica Española, aduce que las especies más perjudicadas suelen tener “distribuciones más reducidas” como son las especies de alta montaña, que necesitan cierta temperatura para sobrevivir.

Por su parte, Txema López, director de la Sociedad Herpetológica de Valencia, subraya la amenaza que supuso, por ejemplo, la culebra real de California, una especie invasora de la que se soltaron 300 ejemplares en 1998 en Canarias, hecho que califica de “ecoterrorismo”.

Sin embargo, este especialista matiza que “la mayoría de las especies peninsulares están en expansión”, como es el caso del camaleón común, antes encontrado habitualmente en zonas de Andalucía y ahora presente también en Valencia.

A nivel global, un nuevo estudio realizado por NatureServe, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y Conservation International reveló que el 21 % de las más de 10.000 especies de reptiles evaluadas está en peligro de extinción.

Frente a este dato, existe polémica entre los expertos respecto a si la terrariofilia -criar en cautividad en casa- puede ser un método eficaz de para contribuir a la conservación de especies desde la ciudadanía.

Ayllón considera que esta medida puede tener niveles bajos de bioseguridad para las especies frente a “enfermedades emergentes”, además de considerarlo “un foco para el comercio ilegal”.

Cabido, por otro lado, coincide en que la terrariofilia “favorece el tráfico de especies”, y además considera que es “una fuente de especies invasoras”.

López, por el contrario, lo defiende, y pone como ejemplo a Alemania, cuyo gobierno impulsó iniciativas como “Wild at Home” y el programa “Citizen Conservation”, de la Asociación Alemana de Parques zoológicos, basado en el cuidado de especies desde la terrariofilia y la cría en cautividad.

Respecto al comercio ilegal, López recalca que España tiene la legislación derivada de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) “más estricta de todo el mundo”.

PROYECTOS DE CONSERVACIÓN

Para favorecer las poblaciones de reptiles, la Sociedad Herpetológica Española tiene en marcha el proyecto SAFE Stop Atropellos de Fauna Española junto al Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) y la estación biológica de Doñana, así como el programa SOS Anfibios para el control de enfermedades emergentes, entre otros.

La Sociedad de la Ciencia Aranzadi, por su parte, está desarrollando un proyecto para la concienciación sobre la situación de los reptiles, que anima a los ciudadanos a fotografiar a la especie y a aportar una localización para conocer más información sobre el animal en concreto.

Por último, la Sociedad Herpetológica de Valencia lleva cinco años investigando la población de galápagos europeos y trabaja además en un estudio sobre lagartos leprosos. EFE