Iker García es un poeta al volante que "causa sensación" entre los pasajeros que se suben a su taxi. EFE/ María Alonso Martos

Un poeta al volante: el taxista que promociona sus libros mientras recorre Madrid

María Alonso |

Madrid (EFE).- Iker García es un poeta al volante que “causa sensación” entre los pasajeros que se suben a su taxi. Cuando suben al coche y le indican el destino, él les ofrece leer los libros que hay colocados en los asientos: “La gente se sorprende, pero está satisfecha”, explica a EFE.

“Estos poemarios están escritos por mí, ¡el taxista que le está llevando! Puede echarles un ojo y obtenerlos firmados y dedicados aquí mismo si desea alguno”. Con estas frases colgadas en los respaldos de los asientos delanteros, García promociona sus libros mientras recorre las calles de Madrid.

Según asegura el poeta, cuando los pasajeros suben al coche, se sorprenden. La mayoría hojean los libros, algunos los compran y muchos le preguntan en qué consiste su peculiar iniciativa.

“Algunos me dicen, ‘¡Ahí va, tenemos aquí un taxista cultural! Cómo mola’. O, ‘¡Anda, es usted también escritor!’ Y yo respondo que hago mis pinitos. En general la impresión es bastante positiva”, cuenta desde el asiento del conductor de su taxi.

Promocionando poemarios en el taxi desde 2020

Iker García es un poeta al volante que "causa sensación" entre los pasajeros que se suben a su taxi.
Iker García es un poeta al volante que “causa sensación” entre los pasajeros que se suben a su taxi. EFE/ María Alonso Martos

Iker comenzó a divulgar sus libros en el taxi en 2020 después de que un amigo se lo propusiera.

“Como acababa de publicar mi primer libro y estaba empezando como escritor, un amigo me planteó que me diera a conocer en el taxi. Me pareció buena idea porque mi perfil, el de taxista poeta, no es muy común. A raíz de entonces he empezado a causar cierta sensación entre los pasajeros y sobre todo con los que ya he coincidido más de una vez”, comenta.

El taxista tiene dos libros publicados con ‘Ediciones Ruser’. El primero, ‘Callejero’ lleva dos ediciones y sacarán la tercera pronto.
Dice, además, que espera sacar pronto la segunda edición de su último poemario, titulado ‘La batalla cruenta de los versos homicidas’.

Un cambio en el “nivel” de las conversaciones

Explica que, desde que empezó a promocionar sus libros en el taxi, el nivel de conversación con los pasajeros ha cambiado.

“Hay algunos que cuando se dan cuenta, notan que pueden utilizar conmigo otro tipo de lenguaje, más perfeccionado o más cultivado. He visto que el trato del pasajero conmigo es diferente, es como si se sentara aquí en un diván y a lo mejor está leyendo, pero, de repente, nos ponemos a hablar del panorama cultural de España”, afirma.

Según asegura este poeta que empezó a escribir en 2007 y a trabajar como taxista en 2016, surge “algo muy interesante” con los pasajeros, una conexión “especial”.

Iker García es un poeta al volante que "causa sensación" entre los pasajeros que se suben a su taxi.
Iker García es un poeta al volante que “causa sensación” entre los pasajeros que se suben a su taxi. Cuando suben al coche y le indican el destino, él les ofrece leer los libros que hay colocados en los asientos: “La gente se sorprende, pero está satisfecha”, explica a EFE. “Estos poemarios están escritos por mí, ¡el taxista que le está llevando! Puede echarles un ojo y obtenerlos firmados y dedicados aquí mismo si desea alguno”. Con estas frases colgadas en los respaldos de los asientos delanteros, García promociona sus libros mientras recorre las calles de Madrid. EFE/ María Alonso Martos

Los pasajeros y la calle, su fuente de inspiración

Explica que en muchas ocasiones se inspira para sus poemas en lo que ve en la calle y en los pasajeros y las historias que le cuentan.

Dice que, un día, un chico que se dirigía a plaza de Castilla iba “muy nervioso”. Le preguntó si se encontraba bien y le explicó que iba a declararse a una chica que le gustaba. A las tres semanas, “por casualidades de la vida”, se lo volvió a encontrar.

“Le pregunté cómo le había ido con la chica y me dijo que mal porque no había sido capaz de decirle lo que sentía. Me inspiró y escribí el poema ‘Plaza de Castilla’ que termina con el verso ‘nos quedamos a las puertas de Alejandría’, que habla sobre quien se queda al filo de la gloria por esa cobardía o vergüenza”, comenta el poeta.

Cuenta que, para él, la poesía es una manera de ver la vida, algo que “le llena” y, además de servirle como método de “autoconocimiento y terapia”, es una vía para canalizar sus sentimientos y ansiedades.

“Si consigo al menos tocar la fibra de un lector con un solo poema, habré podido lograr un propósito”, concluye el taxista.