Los integrantes de la banda irlandesa The Corrs durante su actuación en el Alma Festival, en el Parque Tierno Galván, en Madrid. EFE / Sergio Pérez.

The Corrs cambian la intensidad de la juventud por la nostalgia en su regreso a lo grande a Madrid

Javier Herrero |

Madrid (EFE).- The Corrs hicieron suyo el cambio de siglo con su cruce de pop y dulces melodías e instrumentación celta, cantando a la intensidad de las emociones cuando se es joven y lo dejan a uno sin aliento.

20 años después, en el retorno del grupo a Madrid, la banda ha cambiado esa fuerza por la de la nostalgia.

Reaparición en el Alma Festival

Hacía mucho, desde el ya histórico concierto en Las Ventas del año 2000, que ‘So Young’, ‘Breathless’ o ‘Runaway’ no sonaban en la capital como anoche lo hicieron dentro de Alma Festival, en el parque Enrique Tierno Galván, en un concierto de gira a lo grande, ante 7.000 personas según cifras de la organización, el aforo completo, muy pocos de la generación Z.

Concierto de The Corrs en el Alma Festival en Madrid
La cantante de la banda irlandesa The Corrs, Andrea Corr, durante su actuación en el Alma Festival, en Madrid. EFE / Sergio Pérez.

Aquel de la plaza de toros era el mejor momento de los cuatro hermanos que a principios de los años 90 fundaron la banda que llevaba su apellido, cuando Irlanda partía la pana a nivel mundial entre U2 y The Cranberries y este grupo dejó prácticamente forjado el grueso del repertorio de la noche en sus tres primeros discos: ‘Forgiven, Not Forgotten’ (1995), ‘Talk On Corners’ (1997) e ‘In Blue’ (2000), el más pop de todos.

Luego llegarían trabajos de menor éxito y alguna pieza como ‘Home’ (2005) en el que se entregaron sin concesiones comerciales a sus raíces.

También largos períodos de inactividad como grupo, entre discos en solitario y la búsqueda de la conciliación familiar, rotos por sus últimas giras y los discos ‘White Light’ (2015) y ‘Jupiter Calling’ (2017), el único que no ha sonado esta pasada noche.

De menos a más

No fue el mejor comienzo, cuando poco después de las 22 horas, el grupo saltaba al escenario y quedaba en evidencia que la voz de Andrea Corr no llegaba al estribillo de ‘Only When I Sleep’, quizás por el esfuerzo de la jornada anterior en la vertiente barcelonesa de este Alma Occident.

Afortunadamente, fue solo un susto y en cuanto su garganta entró en calor, las notas empezaron a encontrar su lugar o uno más cercano, tanto en «Give Me a Reason’ como en ‘Forgiven Not Forgotten’.

Concierto de The Corrs en el Alma Festival en Madrid
Andrea Corr en un momento de su actuación en Madrid. EFE / Sergio Pérez.

«¡Buenas noches, Madrid, es un gran placer estar aquí esta noche! Madrid se ha convertido en el hogar de Sharon y lo cierto es que todos lo sentimos como tal, desde que empezamos a venir con nuestro primer disco», declaraba la vocalista, la mitad en español, aludiendo al hecho de que la mayor de las hermanas reside desde hace años en esta ciudad.

La benjamina quiso recordar además que «están sucediendo cosas terribles en el mundo», lo que hace pensar que «el odio es la emoción predominante estos días». «Pero no lo es, es el amor, porque nosotros lo sentimos cada noche. ¡Vamos a hacer esta noche épica!», proclamó, aunque luego no hubo tal apoteosis.

Pero fueron a por ello con la asistencia de dos músicos más que les acompañan en esta gira a las teclas y cuerdas, creciendo en sonido progresivamente desde canciones que sonaròn sencillamente dulces pero apagadas como «What Can I Do’, hasta que toda la banda mostró más potencial con ‘White Light’.

«Una noche increible»

‘Home’ es probablemente el disco que el cuarteto más disfrutó grabando y le han dedicado un episodio largo dentro del concierto, muy lucido, con el violín de Sharon Corr brillando y su hermana Caroline dejando la batería a un lado para tocar el bodhran celta.

Concierto de The Corrs en el Alma Festival en Madrid
La violinista de la banda irlandesa The Corrs, Sharon Corr, en un momento del cierto ofrecido anoche en Madrid. EFE / Sergio Pérez.

A destacar, «Old Town», la primera que realmente ha despertado palmas en el público.

Eso marcaba un necesario punto y aparte, un bloque más vitalista y enérgico que se mantuvo con ‘Radio’ y con ‘Dreams’, su recordada reinterpretación del original de Fleetwood Mac.

«Queríamos que fuese inolvidable, pero es que ha sido una noche increíble, muchas gracias», aseguraba Andrea Corr tras convertir un inicio regular en una caricia  para el recuerdo, aún antes de afrontar el broche con ‘Runaway’, el primer sencillo de su carrera, muy coreado, y más aún con la energía contagiosa de «Breathless’.