Madrid/València (EFE).- La Guardia civil y Europol han desmantelado una red dedicada a la comercialización ilegal de carne de caballo no apta para su consumo, en una operación que se ha saldado con 35 personas detenidas, decomisada más de media tonelada de carne equina lista para su venta en una carnicería de Valencia y descubierta en la Comunitat Valenciana la explotación ganadera donde se maltrataba a un centenar de caballos.
Los responsables de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente del Seprona de la Guardia Civil y de delitos ambientales de Europol, junto con el subdirector de Ganadería y Agricultura de la Generalitat han informado hoy de la operación Yucatán, que investiga a seis empresas y en la que se ha destapado una con ramificación de la organización en Bélgica, donde se ha detenido a seis personas.
El epicentro de la trama era una explotación ganadera en la provincia de Valencia que operaba de forma clandestina desde 2019 cuando le fueron restringidas las entradas y salidas de caballos.
Caballos de monta que ya no servían
Al cargo de esta explotación se encontraba el principal responsable de la trama, gran conocedor del mundo equino y que se dedicaba a comprar por toda España caballos de monta que ya no servían para engordarlos en su explotación con el único objetivo de sacar rendimiento económico con su carne.
Así lo ha explicado el capitán de la Guardia Civil José Carlos Martínez Moreno, quien ha detallado que un caballo inservible ya para la monta le podía costar tan solo 100 euros, mientras que el volumen de negocio se estima en más de 4,5 millones de euros.
Todos los responsables policiales han advertido de que el tipo de carne descubierta era un peligro para la salud pública, pues estos caballos no se cuidaban, alimentaban ni medicaban para su posterior sacrificio como los que sí se destinan a la cadena alimentaria.
De hecho, Martínez ha relatado las malas condiciones de malnutrición y desatención médica de 80 equinos cuando los agentes registraron la explotación, hasta el punto que un animal tuvo que ser sometido a eutanasia inmediata.

Colaboración de veterinarios y transportistas
El modus operandi que el responsable de la operación seguía para introducir la carne de caballo ilegal contaba con la colaboración de veterinarios y transportistas, ya que también exportaba caballos en condiciones pésimas a Italia, Alemania o Bélgica, país donde el consumo de esta carne es más habitual que en España.
Los investigadores han constatado que se estaban abonando una media de 35.000 euros (dependiendo del país destinatario) a los organizadores de los transportes clandestinos a nivel internacional.
Por otra parte, el líder de la trama gestionaba la venta a cebaderos que se dedicaban a engordar a los animales y también contaba con la colaboración de mataderos de la provincia y veterinarios que “blanqueaban” el etiquetado para las carnicerías.
En este caso, a diferencia de otras operaciones, el fraude no era la venta de carne de caballo etiquetada como si tratara de otro animal como pollo o ternera, sino que la carne de caballo no era apta para su consumo.
Decomisada media tonelada de carne equina lista para su venta
Más de media tonelada de esta carne se inmovilizó cuando ya estaba dispuesta para su venta en una carnicería, cuyo propietario también se encuentra entre los detenidos, por constituir la misma un riesgo para la salud pública, derivado de la mezcla de la misma con carne SANDACH (subproductos de origen animal no destinados a consumo humano).
Tanto los 35 detenidos como las 6 personas jurídicas investigadas están acusadas de delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, maltrato animal, delitos contra la salud pública y falsedad documental.