Javier Herrero |
Madrid (EFE).- Rodeada de una gran expectación por el silencio autoinfligido desde su tercer puesto en Eurovisión 2022, Chanel luce por fin orgullosa su “Clavaíto”, una bachata que la une a Abraham Mateo y que podría convertirse en tema del verano mientras concluye un primer álbum que no contendrá solo cortes para bailar.
“A mí no me asusta una balada y de hecho me encantan. Diré en ese sentido que en mi disco me voy a lucir vocalmente”, anticipa a EFE en una entrevista en la que se muestra muy cauta a la hora de dar más pistas sobre su esperado debut discográfico de la mano de Sony Music.
No se atreve siquiera a afirmar en qué punto se encuentra. “Estoy aprendiendo y veo que las cosas cambian cada día, pero eso sí, bajo mis planes, saldrá en 2023”, asegura Chanel (La Habana, 1991), “muy confiada” en todo el material que ha reunido.
Se reserva asimismo si formará parte de su repertorio “Toke”, el tema que lanzó en noviembre como acompañamiento musical de la selección española de fútbol en el Mundial de Qatar, pero comparte que la de “Clavaíto” no será la única novedad que sus seguidores podrán disfrutar en un plazo tan breve “como mayo”.
“Estoy supercontenta y feliz con el recibimiento que ha tenido la canción”, afirma con una sonrisa que ya es marca de la casa y ante un tema que tras solo una semana en la calle ya suma casi la mitad de las reproducciones del citado himno futbolero.
Según cuenta, surgió después de una llamada de Abraham Mateo, compañero actualmente en el programa de televisión “Cover Night”, para ver qué surgía de trabajar juntos en el estudio. “Aquella mañana me levanté pensando que me apetecía hacer una bachata y, hablando, encontramos esa palabra de clavaíto que fuimos deshilachando hasta encontrar la historia”, rememora.
“Clavaíto” ha permitido además poner fin a los meses de sequía, pues lejos de lo que aconsejarían las leyes del márquetin actual, tras su triunfal paso por Eurovisión 2022 Chanel decidió no prodigarse demasiado ni mediática ni musicalmente.
“Yo no he parado, otra cosa es que no se vea. Estaba buscando qué quiero ser, porque al final vengo de ser actriz e interpretar muchos papeles, pero me faltaba decidir cuál es el mío propio”, alega ante este semirretiro de la vida pública para descubrirse como cantante.
Reconoce que no le han faltado propuestas para aparecer ante los focos. “Tengo déficit de atención y tengo que hacer un ejercicio muy grande para concentrarme. No es que considerase lo demás como distracciones, pero el proceso en el que estaba era otro y quería hacerlo con todo lo que tengo”, argumenta.
“No he intentado desligarme de Eurovisión”
La hispanocubana afirma que no cambiaría nada del último año. “Estoy muy orgullosa de cómo me tomé todo y de cómo he crecido. Si echo la vista atrás, aún veo a esa Chanel risueña, enérgica, ilusionada y compañera, pero también a una más concentrada, madura y aprendida. Incluso más empática”, subraya.
¿Empática también con la voracidad del público? “Sí, lo he sido desde el primer día. No puedo ser más transparente y por eso soy carne de meme”, asume entre risas.
“El momento actual de la sociedad es de información muy rápida y se refleja en la música. No me parece mal. Lo que me parece mal es que, cuando el artista necesita otro proceso, eso se desvirtúe. Hay que comprender que el arte somos personas diferentes y que nace de sitios distintos, que unos tardan 5 años en hacer un disco mientras otros lanzan un sencillo detrás de otro”, insiste tras haberse rebelado “sin querer” contra las urgentes dinámicas actuales.
Lamenta que buena parte de las susceptibilidades del público se extremen ante artistas femeninas. “Nunca vas a ver cómo a dos hombres se les compara o se les enfrenta entre sí”, denuncia quien sí sufrió esas equiparaciones a su paso por el festival europeo y que ahora se ha convertido en aparente referente para otras artistas de la próxima edición que han incorporado a sus actuaciones sendos “dance breaks”, como hizo ella de manera icónica.
“No sé si es por el año pasado o, si hablamos con ellas, igual resulta que llevaban pensando en esta propuesta desde hacía años. En cualquier caso, son artistazas y lo hacen increíble”, sentencia antes de declarar todo su apoyo a su sucesora como representante española, Blanca Paloma, y declararla su favorita junto al candidato finlandés, Käärijä.
Chanel no estará en uno de los números fuera de concurso en el que sí participarán tres exrepresentantes de 2022. “Ni a mí ni a mi equipo nos llegó nunca una invitación. Si por mí fuera, estaría repartiendo jugo de mango por todos lados, pero la vida es como es”, precisa ante comentarios insistentes sobre que es ella quien intenta separarse del que fue su trampolín a la música.
“No he intentado desligarme de Eurovisión. Si tuviera que sentarme a desmentir todo lo que se ha dicho de mí… Por suerte tengo claro quién soy”, remacha sin perder la sonrisa.
