El museo Chillida Leku de Hernani (Gipuzkoa) reúne desde este martes obras de la artista Phyllida Barlow en la primera exposición individual que se dedica en España a esta escultora británica. EFE/Javier Etxezarreta

Phyllida Barlow en Chillida Leku, la invasión del espacio

Hernani (Gipuzkoa) (EFE).- Phyllida Barlow visitó Chillida Leku en noviembre para preparar la exposición que se inaugura este miércoles en el museo vasco. Murió de forma repentina en marzo, pero sus obras, esculturas que delatan su proceso de construcción, han invadido igualmente los espacios del caserío de Hernani.

El shock que supuso la muerte de la artista británica -en abril habría cumplido 79 años- para los responsables de Chillida Leku dio paso mes y medio después al montaje de las piezas, algunas de gran tamaño, para la primera exposición individual de Barlow en España.

Una torre de siete metros, cuya estructura de hierro queda oculta bajo elementos creados con poliuretano, algodón, tela de arpillera y cemento, y a la que solo separan 20 centímetros del techo del museo, atestigua la ocupación del espacio que perseguía la artista.

Phyllida Barlow, “el contraste entre lo bruto y lo delicado”

La invasión se repite en la primera planta, donde el visitante puede observar ya desde las escaleras una escultura monumental en la que se aglutinan diferentes materiales, de madera y pintura a yeso de adherencia, acetato de polivinilo, poliestireno, poliuretano y acero.

“El contraste entre lo bruto y lo delicado es una constante en la obra de Barlow”, ha destacado la coordinadora de exposiciones de Chillida Leku, Estela Solana, en la presentación de la muestra, que permanecerá abierta hasta el 22 de octubre.

Junto a ella se encontraba la directora del museo, Mireia Massagué, la responsable del área de Educación e Instigación, Nausica Sánchez, y Luis Chillida, presidente de la Fundación Chillida-Belzunce, quien ha hablado de las similitudes entre la obra de Barlow y su padre con respecto “al espacio y la escala”, pero no así “a la materialidad”.

“No se trata de confrontar nada, sino de ver que hay diferentes formas de trabajar en el arte, diferentes formas de ver las cosas”, ha señalado.

Visita a Chillida Leku

Barlow disfrutó de la visita a Chillida Leku en otoño y se emocionó al contemplar el Peine del Viento. Respetaba al escultor vasco y su admiración por su obra quedó recogida incluso en negro sobre blanco, en un texto que le encomendó la Tate Modern en 2011 sobre algunas piezas de la colección de este museo londinense.

Ella eligió “Modulación del espacio I”, una escultura de hierro de pequeñas dimensiones que Chillida realizó en 1963. Tituló su escrito “In the Heat of The Moment (En el calor del momento)”.

Los responsables de Chillida Leku no hicieron a Barlow ningún encargo específico, únicamente que ella “se pudiera expresar y darse a conocer en el contexto de Chillida”.

Lo que planificó es lo que se ha llevado a la práctica, se han expuesto más de una treintena de obras, algunas concebidas para esta exposición, en la que se exhibe el boceto de una pieza esférica inacabada, además de una serie de dibujos y pinturas, que en algunos casos conectan con obras suyas anteriores.

“Con los bocetos consigo hacerme una idea del aspecto que podría tener la obra en su puesta en escena definitiva. Cuando se trata de obras nuevas sin conexión con otras, los bocetos son especulativos”, dice un texto de Barlow que puede leerse en uno de los carteles informativos de la exposición.

Obras en el exterior

En el exterior, junto a uno de los laterales del caserío, se encuentran las dos primeras obras de la muestra. Una, conformada por una serie de piezas que, a modo de neumáticos quemados, reposan sobre un revoltijo de pancartas de madera y armas de gran tamaño, y la otra, una torre semiesférica que parece integrarse con el muro de piedra del museo.

Su contemplación es el preámbulo a una visita que requiere la implicación del público, lo que ella siempre buscó.

El museo Chillida Leku de Hernani (Gipuzkoa) reúne desde este martes obras de la artista Phyllida Barlow.
El museo Chillida Leku de Hernani (Gipuzkoa) reúne desde este martes obras de la artista Phyllida Barlow. EFE/Javier Etxezarreta

“Acoger ahora sus esculturas es dar un paso más a la expansión de los límites del medio escultórico”, ha destacado Massagué sobre la artista británica, a la que ella conoció en la Bienal de Venecia en 2017, que se dedicó toda su vida a la enseñanza universitaria y a la que el reconocimiento llegó “de manera tardía”.

Iba a ser la primera artista viva en exponer en Chillida Leku, tras las muestras organizadas sobre Antoni Tàpies y Joan Miró.

Con motivo de esta exposición, Chillida Leku ha puesto en marcha el su Education Lab, en la que han participado tres estudiantes del último curso de grado de la Facultad de Bellas Artes de la UPV-EHU y tres alumnos de máster, quienes han credo una escultura inspirada en la obra de Barlow, que también puede verse en el exterior.