Vista de la Plaza de España de Sevilla. EFE/Jose Manuel Vidal

La Plaza de España de Sevilla Bien de Interés Cultural y la jota Manifestación del Patrimonio Inmaterial

Madrid (EFE).- El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la declaración de los edificios de la Plaza de España de Sevilla como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de monumento, por lo que esta construcción obtiene el grado máximo de protección que establece la Ley de Patrimonio Histórico Español.

También ha aprobado la declaración de la jota como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial para contribuir “decisivamente” a su salvaguarda como género tradicional.

Una pareja recorre la Plaza de España de Sevilla.
Una pareja recorre la Plaza de España de Sevilla. EFE/ José Manuel Vidal

Según ha informado este martes el Ministerio de Cultura tras la celebración del Consejo de Ministros, le corresponde al departamento de Miquel Iceta la incoación y tramitación del expediente, dado que los edificios de la Plaza de España de Sevilla están adscritos a varios servicios públicos de titularidad y gestión estatal.

La Plaza de España de Sevilla, la de mayor envergadura

La Plaza de España de Sevilla, ha explicado Cultura, es la edificación de “mayor envergadura de cuantas fueron creadas con ocasión de la Exposición Iberoamericana de 1929, celebrada en la ciudad”.

El trazado inicial de la plaza, ha descrito, se generó como consecuencia del concurso de anteproyectos celebrado en 1911, del que salió elegida la propuesta presentada por el arquitecto Aníbal González. En el proyecto original de 1914, la Plaza de España, se planteó como un espacio que cierra la Exposición Iberoamericana hacia el Este, creando un gran espacio abierto, con la presencia de un estanque, que se orienta y se abre hacia el Parque de María Luisa.

Además, se trata de una composición semicircular de edificios que abraza una enorme plaza de titularidad municipal cuyo espacio libre es de grandes dimensiones, 230 metros de diámetro interior entre las dos torres.

“Su forma simboliza el abrazo de España a sus antiguos territorios americanos, mirando hacia el río Guadalquivir, como camino a seguir hacia América”, ha concluido el Ministerio.

A propuesta del ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el Consejo de Ministros ha aprobado este martes también, un real decreto que “supone el paso definitivo de protección” de la jota después de que el Ministerio de Cultura y Deporte, través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, iniciara el procedimiento el pasado 10 de abril, lo que ya implicó un reconocimiento y salvaguarda de esta práctica.

En la declaración, ha informado Cultura, coordinada por el Ministerio de Cultura y Deporte, han participado todas las comunidades autónomas.

Un grupo folclórico aragonés baila una jota.
Un grupo folclórico aragonés baila una jota. EFE/Javier Cebollada

La declaración de la jota está justificada, ha matizado Cultura, por tratarse del “más extendido, diverso, dinamizado y reinterpretado de todos los géneros tradicionales que componen el variado mapa sonoro y musical de España”.

“La jota hace referencia a un género tradicional muy popular de música, cante y baile desarrollado hasta el momento actual, con un patrón general en su base y una serie de particularidades y especificidades que hacen de ella una manifestación diversa, recreada y reinterpretada de forma constante y dinámica por las comunidades portadoras”, ha agregado el Ministerio.

Asimismo, para Cultura, dentro de los valores culturales que aporta la jota como género tradicional está su “interiorización por parte de los individuos y las comunidades formando parte de las expresiones populares en la práctica totalidad del territorio español y convirtiéndose en un potente elemento de cohesión social e identificación de sus señas de identidad”.

La Ley 10/2015, de 26 de mayo, para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial establece que corresponde al Ministerio de Cultura y Deporte, en colaboración con las comunidades autónomas, la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial mediante la Declaración de Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, además de regular el procedimiento de declaración.