Roma (EFE).- La compañía automovilística italiana Ferrari ha sufrido en las últimas horas un ciberataque, tras el cual recibió una nota en la que se le pedía un rescate para recuperar algunos de los datos de sus clientes robados.
La dirección ha hecho saber, tras informar a las autoridades competentes, que no aceptará ningún chantaje.
En un comunicado difundido anoche, la empresa aseguró que “de acuerdo con su política corporativa, Ferrari no aceptará ninguna solicitud de rescate, ya que eso financiaría actividades delictivas y permitiría a los autores de las amenazas perpetuar sus ataques”.
Ferrari ya había sido blanco de jáquers en el pasado, aunque no había sufrido un ataque tan importante.
Un objetivo atractivo para los jáquers
La casa de Maranello es un objetivo muy atractivo para los ciberdelincuentes que intentan sustraer información.
En este caso, ha sido información relativa a los datos de contacto de los clientes, pero también son muy valiosos en el mercado los relacionados con sus diseños, productos y patentes.
Las actividades de Ferrari no han sido bloqueadas y se continúa trabajando con regularidad en la sociedad automovilística, que ha iniciado de inmediato una investigación sobre el ataque en colaboración con una firma líder mundial en ciberseguridad.
La compañía del “caballito rampante” informó inmediatamente a los clientes sobre la posible exposición de sus datos.
“Ferrari se toma muy en serio el tema de la confidencialidad y entiende la importancia de lo sucedido. Nos hemos asociado con expertos para fortalecer aún más nuestros sistemas y estamos seguros de que son sólidos”, explicó en la nota.
