El delantero del Real Madrid, Joselu, celebra el segundo gol del equipo madridista frente al Bayern, en el partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones dipsutado anoche en el estadio Santiago Bernabéu, en Madrid. EFE / Juanjo Martín.

2-1. Joselu resucita el Real Madrid de los imposibles para disputar otra final de la Liga de Campeones

Roberto Morales |

Madrid (EFE).- Un doblete de Joselu en tres minutos mágicos, entre el 88 y el 91, resucitó al Real Madrid de los imposibles con una nueva remontada para la historia, en el premio a un equipo irreductible que levanta cualquier tipo de situación en contra, al borde del k.o tras el gol de Davies, con una reacción bajo el liderazgo de Vinícius y los cambios de Carlo Ancelotti para buscar la decimoquinta en Wembley.

De Rodrygo ante el Manchester City en la última conquista de la ‘Champions’ a Joselu Mato frente al Bayern en otra semifinal para el recuerdo.

Nombres para la eternidad del rey de Europa. De un Real Madrid bendecido en la Liga de Campeones, que nunca se da por vencido y con el impulso del Santiago Bernabéu supera cualquier dificultad que se le presenta. Por extrema que sea.

La picardía de Carvajal y la firmeza de Neuer

En el templo donde el himno de la Liga de Campeones se canta con tanta potencia como el propio. Cuando el Bayern rozaba la reedición de la final alemana, once años después, ante el Borussia Dortmund, castigando al Real Madrid con su propia medicina.

Con Neuer inconmensurable hasta un error que cambió el rumbo y levantó de la lona a un equipo que lo da todo hasta el último segundo para derrotar por primera vez a Tuchel en el Bernabéu.

Un Real Madrid más intenso y determinante que en Múnich aceptó la propuesta que le planteó el técnico alemán, que se parapetó con tres centrales y líneas juntas.

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Evitó el riesgo que significa dejar correr al equipo de Ancelotti. Entregó el balón y, desde una buena defensa, esperó confiado en la transición. En la visión de Kane y la velocidad de sus extremos pegados a línea de cal. Carvajal, pletórico, frenó a Gnabry. Mendy sufrió a su espalda ante Sané.

Desde su buen posicionamiento buscó un partido largo el Bayern. Exigió al Real Madrid a apelar a una gran versión si quería disputar la final.

Consciente de que la pólvora alemana castigaría cualquier error, por pequeño que fuese, en un encuentro entre gigantes que se decidiría por los pequeños detalles que separan el éxito del intento. Ahí aparecen jugadores incansables. Los brasileños Rodrygo y Vinícius enfrentándose a gigantes.

El show de Vinícius sin premio

Si no se llama Neuer. Que se hizo gigante en la segunda parte, cuando todo el partido pasó por Vinícius. Ya en banda izquierda donde desequilibra siempre, donde no se cansa de pedirla y se convierte en futbolista decisivo. Sufrió Kimmich y De Ligt en las ayudas en un partido que se quitaba las ataduras y en el que aparecían los espacios, con el peligro consiguiente para un Real Madrid instalado en campo rival.

Así nació un intercambio de golpes atractivo. A cada acción de velocidad y regate de Vinícius respondió el Bayern con un primer aviso de Davies y un disparo de Kane que sacó Lunin. Le faltó el acierto de otros días al Real Madrid cuando dominó y tomó riesgos. Rodrygo cruzo un remate cercano al poste y se topó con la firmeza de Neuer en una falta bien pegada.

El show de ‘Vini’ no encontraba el premio. Su latigazo tras irse de dos rivales, lo sacaba con manopla firme Neuer. De nueve remates del Real Madrid, ocho eran de sus delanteros brasileños. Faltó acierto y tras un primer aviso de Musiala que habilitó a Davies para la mano de Lunin arriba, llegó el golpe en el tercer intento de un jugador seguido en la casa blanca. 

Ya nada pudo hacer Lunin tras el recorte de zurda de Davies y el derechazo cruzado, inalcanzable, a la red. El Real Madrid tenía 21 minutos para reaccionar al golpe y Ancelotti modificó el plan con rapidez. Camavinga y Modric por Tchouaméni y Kroos. Esperando para meter un 9 puro que pedía el partido a gritos. Así llegó un primer tanto que enrabietó al rey de Europa. Anulado desde el VAR por un empujón de Nacho a Kimmich antes de desviar el disparo de Fede Valverde y que Laimer lo metiese en su portería.

A por una final inédita

Era el todo o nada para el Real Madrid. Volcado en busca del milagro futbolístico. Ya con Joselu en el campo para convertirse en héroe del madridismo. Tras ver perdonar la sentencia a otro ‘matador’ como Kane al contragolpe. Tras ver a ‘Vini’ perdonar la suya pero resarciéndose cuando Tuchel ya había hecho dos cambios de los que se arrepentiría -Kane y Musiala-, cuando el disparo del brasileño encontró el mal posicionamiento del cuerpo de Neuer. 

El rechace lo devoró el hambre de Joselu. En boca de gol cuando la grada del Bernabéu echaba el resto impulsando a su equipo, para mandar a la red el centro de Rüdiger en un gol anulado en primera instancia y concedido desde el VAR ante la locura colectiva. Ya no hubo reacción de un Bayern noqueado. Como aquel City de Pep Guardiola hace dos años. Sin creer lo que estaba viviendo. El Real Madrid se cita con el Dortmund en Lóndres en una final inédita.

Ficha técnica:

2 – Real Madrid inicia el partido con: Lunin; Carvajal, Nacho, Rüdiger, Mendy; Tchouaméni (Camavinga, m.70), Kroos (Modric, m.70), Fede Valverde (Joselu, m.81), Bellingham (Militao, m.98); Vinícius y Rodrygo (Brahim, m.81). 

1 – Bayern: Neuer; Kimmich, Dier, De Ligt, Mazraoui; Laimer, Pavlovic; Sané (Kim, m.76), Musiala (Choupo-Moting, m.85), Gnabry (Davies, m.28); y Kane (Müller, m.85).

Goles: 0-1, m.68: Davies. 1-1, m.88: Joselu. 2-1, m.91: Joselu.

Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia). Amonestó a Camavinga (101) por el Real Madrid.

 Incidencias: encuentro de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Santiago Bernabéu, lleno, con 83.186 espectadores, 4.000 seguidores del Bayern.