La polaca Iga Swiatek con su trofeo tras ganar el partido de la final individual femenina contra la estadounidense Amanda Anisimova en los Campeonatos de Wimbledon, Gran Bretaña. EFE/EPA/ADAM VAUGHAN

Swiatek arrolla a Anisimova y conquista Wimbledon

Londres (EFE).- La polaca Iga Swiatek se proclamó por primera vez en su carrera campeona de Wimbledon tras arrollar en la final a la estadounidense Amanda Anismova, por 6-0 y 6-0, en 57 minutos de partido.

La jugadora de Varsovia, mejor jugadora de tierra de la década con cuatro torneos de Grand Slam, añade Wimbledon a su historial.

Swiatek fue la primera jugadora desde Martina Navratilova, presente en la grada, por cierto, en 1983 en comenzar una final de Wimbledon con un ‘rosco’, su signo de identidad y un logro mucho más fácil de conseguir en cualquier otra superficie que no sea la hierba.

Pero entre los errores no forzados (14 en el primer parcial y otros 14 en el segundo), los nervios de la estadounidense, lógicos al tratarse de su primera gran final, y la efectividad de Swiatek, a la que solo le hacía falta mover de lado a lado a Anisimova para acabar saboreando el punto, la final duró un suspiro y fue de las más rápidas de la historia.

Lo cierto es que el partido tomó tintes de crueldad y escabechina, porque Anisimova no estaba preparada para enfrentarse a algo así y en varios momentos del encuentro amenazó con echarse a llorar, sobrepasada por la paliza que se estaba llevando y que presenciaban 15.000 personas en la pista y millones por televisión.

Simplemente no podía. Swiatek era mejor y a ella no le dejaba la tensión desplegar su mejor tenis, ese que le llevó con 19 años a unas semifinales de Roland Garros y a esta final de Wimbledon tras estar ocho meses parada por problemas de salud mental.

«Esto me llega muy pronto», aseguró en la previa del encuentro, siendo consciente de que quizás nadie le esperaba en un partido como este, seguramente ni ella misma.