Imagen de archivo de la presidenta de la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (Fedepe), Ana Bujaldón.EFE/J. J. Guillén

Cada vez son más las directivas ‘conversas’ que ven en las cuotas la única vía para la paridad

Madrid, (EFE).- La poca presencia femenina en los órganos de decisión de las empresas y los retrasos en la aplicación de las recomendaciones en materia de igualdad han generado que cada vez más mujeres vean en las cuotas por ley la única vía para lograr la paridad, convirtiéndose en lo que la empresaria Ana Bujaldón define como “directivas conversas”.

Las mujeres siempre se han dividido entre aquellas a favor de las cuotas para la equiparación con los hombres en la cúpula de las empresas y aquellas que creían que eso llegaría sólo con esfuerzo, explica en una entrevista con EFE Ana Bujaldón, presidenta de la federación que representa a 27.000 mujeres directivas y empresarias (Fedepe).

“En los últimos tiempos, mayoritariamente vemos a directivas conversas”, dice Bujaldón, es decir, aquellas que, aunque no estaban originariamente a favor de las cuotas, ahora se suman a ellas si “sirven para acelerar” la paridad, ya que ven que “esto no cambia”.

La recientemente aprobada Ley de Paridad, que va en sintonía con la normativa europea y fija una representación femenina en los órganos directivos y de decisión de las empresas de al menos el 40 %, ha tardado “demasiado en aprobarse” porque, a su juicio, las mujeres ya cuentan desde hace mucho tiempo con “el mérito y la capacidad”.

Y pese a ello y a las recomendaciones de una mayor paridad de la ley de igualdad de 2007 y las publicadas por la CNMV, lo cierto es que las mujeres sólo ocupan el 18 % de los puestos de dirección en las empresas, tasa que se eleva, pero sólo hasta el 34 % en el caso de los consejos de administración de las empresas del IBEX 35.

“Nadie nos va a regalar nada. En el camino, lo que hemos hecho las mujeres es dejarnos las pestañas, horas y horas de formación, nos hemos creído que teníamos las mismas oportunidades, estudiando y esforzándonos muchísimo”, subraya Bujaldón, al tiempo que se pregunta “qué voluntad había (en que llegaran las mujeres a las cúpulas) antes de las cuotas”.

Pese a las bondades de la Ley de Paridad, Bujaldón pone el acento en las pymes, que quedan al margen de la norma y que son las creadoras de la mayoría del empleo en España y reclama un cambio mentalidad en la sociedad empezando por el colegio.

A su juicio, es necesario eliminar los sesgos de género, estereotipos y actitudes sexistas en todo el espacio educativo, ofreciendo en los libros de texto referentes femeninos, pero también incentivando la incorporación de mujeres a las carreras de ciencias (STEM).

“Necesitamos más mujeres al frente de empresas tecnológicas, programando y diseñando las herramientas digitales que están marcando la transformación de la sociedad” y que cuentan con mejores salarios, reclama, ya que actualmente sólo el 16 % de los profesionales en el área STEM son mujeres.

“Los sectores que se feminizan, se precarizan”

Por contra, la presidenta de las directivas y ejecutivas asegura que en los últimos tiempos “venimos observando que los sectores que se feminizan, se precarizan”, es decir, que aquellos, como la sanidad, que van adquiriendo una mayor presencia femenina han sufrido una devaluación de sus salarios.

Y es que el empleo entre las mujeres sigue estando marcado por cierta precariedad e ingresos limitados, dice Bujaldón, quien valora también el impacto de la reforma laboral al reconvertir en indefinido parte del empleo temporal, mayoritariamente femenino, aunque el contrato fijo discontinuo “pueda distorsionar la foto”.

Sin embargo, apunta al paro femenino del 14 %, que sitúa a España a la cabeza de la UE solo por detrás de Grecia, como el principal desafío para lograr la igualdad de oportunidades laborales para las mujeres.

El teletrabajo, oportunidad para conciliar o freno profesional

La popularización del trabajo a distancia durante la pandemia demostró a las empresas que se podía teletrabajar y además ser productivos, señala la presidenta de Fedepe, quien no obstante apuesta por un modelo “híbrido”, adaptado a cada realidad y tipología laboral.

En el caso de las mujeres directivas, hay división en su punto de vista del teletrabajo, ya que la mitad considera que les ayuda en la conciliación laboral y personal y la otra mitad cree que pone en peligro su progresión profesional, según los datos que ofreció en el marco del III Congreso Nacional de la Sociedad Civil.

“Si nos quedamos en casa resulta más fácil atender tareas domésticas, pero precisamente por eso nos ocupamos de muchas cosas más de las que nos corresponden”, deja claro Bujaldón.

A pesar de ello, cuando las mujeres salen a trabajar fuera “muchos días parece que ya hubiéramos corrido media maratón antes de llegar a la oficina”, se lamenta Bujaldón, al tiempo que reclama abordar como sociedad la corresponsabilidad y el reparto de cuidados.

María Vicente