Madrid (EFE).- La digitalización, que se apoya en profesionales graduados en informática o matemáticas, y la transición medioambiental transformarán el mercado laboral durante esta década en España, donde se crearán de aquí a 2030 un total de 821.000 empleos para trabajadores de alta cualificación.
Es una de las conclusiones del informe “Jóvenes universitarios y empleabilidad. Cualificación, profesiones en auge y transición laboral”, elaborado por Randstad Research y la Universidad CEU San Pablo, presentado hoy lunes y que coincide con el momento en el que unos 300.000 estudiantes deciden qué grado elegir tras superar su Selectividad.
El estudio analiza el reto del empleo entre los jóvenes con formación superior y alerta sobre los desequilibrios entre lo que demandan las empresas y la formación de los candidatos.
Igual de importante las ciencias que las humanidades
Durante su presentación, el senior advisor de la Dirección General de la Universidad CEU San Pablo, Rodrigo Martín, y el director de Randstad Research, Valentín Bote, han advertido de que sería erróneo pensar que la conclusión del estudio es que solo hay que elegir ingenierías o ciencias y dejar de lado las áreas de Humanidades, porque es igual de importante la preferencia y satisfacción personal.
“Debe combinarse la afinidad y saber también qué empleabilidad tiene esa elección para evitar frustraciones posteriores”, ha añadido Martín, quien ha puesto como ejemplo la importancia del grado de Filosofía en un momento en el que se debate sobre la ética del algoritmo y la inteligencia artificial.
También es relevante conocer estos datos, entre otras cuestiones porque “existe una importante insatisfacción con los estudios elegidos: solo el 64% volvería a realizar la misma carrera y el 12 % no volvería a hacer estudios universitarios”, ha subrayado Martín.
Durante la presentación, Bote ha recordado que la tasa de paro general se sitúa entre los jóvenes en el 13,3 % y para los egresados cinco años después de acabar su grado es del 8%, pero hay familias profesionales donde este último porcentaje es muy superior.
En torno al 80 % de los graduados trabaja cinco años después en una actividad para la que necesita este nivel de titulación, pero más de un tercio tiene un empleo donde no necesitaba educación superior, han subrayado ambos durante el acto de presentación.
Versatilidad y capacidad de adaptación
Bote ha subrayado que la digitalización y la transición medioambiental darán lugar a una alta demanda de ocupaciones, pero aparte de la preparación técnica “cada vez cobra más importancia otro tipo de competencias que acompañan los estudios; versatilidad y capacidad de adaptación para ser empleable en el futuro. Una buena estrategia no es solo qué estudiar sino qué competencias fortalecer”.
De acuerdo con el informe, entre 2022 y 2030 se crearán 821.000 empleos para trabajadores de alta cualificación en España, de los cuales un 7% serán en el sector de programación y servicios de información, mientras que el envejecimiento de la población aumentará la demanda de las profesiones del campo de la salud .
El informe apunta a que es difícil estimar con precisión en qué medida evolucionará tanto la oferta como la demanda de determinados perfiles profesionales debido a la gran cantidad de factores que influyen: tanto la coyuntura económica como factores inesperados puntuales, como la pandemia o los conflictos militares.
“Un aspecto a tener en cuenta -añade- es que titulación no es sinónimo de un perfil profesional. Si bien la titulación de informática permite el acceso a muchas de las profesiones de futuro creadas en el seno de la digitalización, muchos de estos perfiles requieren una especialización y competencias concretas”.
