Vista del transito de viajeros por la T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, en una imagen de archivo. EFE/Rodrigo Jiménez. EFE/Rodrigo Jiménez

El tráfico aéreo en España, camino de superar en 2023 el récord de 275 millones de pasajeros de 2019

Madrid (EFE).- Las aerolíneas prevén que España superará este año el récord histórico prepandemia de 275 millones de pasajeros en 2019, tras un incremento del 1,2 % en verano y un 12,8 % más de asientos programados para este invierno que los que se volaron en la de 2018-2019, con un total de 127 millones.

La comparación de la temporada de invierno, que abarca desde principios de noviembre hasta finales de marzo, se hace con la del año 2018-2019 porque fue la última completa antes de la crisis sanitaria que sí afectó en la recta final a la de 2019-2020, ha explicado este jueves el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, en una ruda de prensa.

Además, la senda de crecimiento constante del tráfico aéreo mantenida en 2023 ha permitido superar la barrera de la prepandemia en el resultado acumulado en los nueve primeros meses del año, con un 1,3 % más de pasajeros hasta finales de septiembre que en el mismo período de 2019.

Tráfico por encima de los niveles precovid

Tanto los tráficos nacionales como los intercontinentales están ya por encima de los niveles precovid, en un 8 % y en un 2 %, respectivamente, mientras que los intraeuropeos se sitúan muy cerca, apenas un par de puntos por debajo, debido a que los dos principales mercados emisores de España, el Reino Unido y Alemania, todavía muestran descensos del 6,5 % y del 11,5 % cada uno.

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Imagen de archivo de un avión en una pista de un aeropuerto. EFE/Narong Sangnak

Entre otros datos que lleva al optimismo a ALA destaca el factor de ocupación que también ya supera al prepandemia, con un 87 % frente al 85 % en 2019.

En cuanto a la temporada invierno, todas las regiones ya superan los niveles de oferta prepandemia, con algunas como Canarias o Andalucía, entre otras, con crecimientos por encima de la media, con un 24,1 % y un 20,4 %, respectivamente, en comparación con la d 2018-2019.

Incertidumbres geopolíticas y económicas

Pese a estas buenas cifras, el sentimiento del sector aéreo es de “optimismo moderado” por las incertidumbres en el ámbito geopolítico y económico que ensombrecen el horizonte, ha apuntado Gándara.

En este sentido, la evolución de la guerra entre Israel y Hamás puede presionar al alza el precio del petróleo ya muy tensionado y, con ello, el coste del combustible, a lo que se suma la tendencia inflacionista, la evolución alcista de los tipos de interés, sin olvidar la guerra en Ucrania, factores que pueden condicionar la demanda, ha detallado.

No obstante, sobre el conflicto en Oriente Próximo, ha señalado que, en lo que se refiere al impacto directo en el tráfico aéreo, en el caso de España, es mínimo, ya que las rutas con Israel apenas representan un 0,2 % del total.

En cuanto a sus impactos indirectos, ha asegurado que la industria aérea “está acostumbrada a la alta volatilidad del precio del combustible, además de que muchas compañías tienen políticas de cobertura que lo que hacen es mitigar en el corto plazo esos impactos”.

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Varios viajeros acceden a la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, en una imagen de archivo. EFE/Mariscal

En cualquier caso, la situación geopolítica a nivel mundial y regional, tiene un impacto sobre la demanda y cabe la posibilidad de que, como pasó en la Primavera Árabe, ya no solamente se reduzcan los vuelos a Israel, sino incluso a países de la zona.

La Primavera Árabe tuvo a corto plazo un impacto positivo para España porque se desvió parte de la demanda a nuestro país, pero “iremos viendo cómo se va desarrollando la situación y por supuesto el deseo nuestro es que se resuelva ese conflicto y todos los que hay y, al final, tener una situación geopolítica lo más estable posible”, ha agregado.

Retos

A pesar del buen comportamiento del tráfico aéreo y las ganas de los pasajeros de viajar, el sector sigue preocupado por cuestiones como las huelgas generales (incluido el control aéreo) en Francia que provoca la congestión del espacio aéreo en gran parte de Europa, afectando especialmente a España.

Esta situación hace más necesaria que nunca la implementación del cielo único europeo, que evitaría un 10 % de emisiones de CO2, ha apuntado.

Por otro lado, la posible imposición de un impuesto al queroseno tendría un impacto muy grande en España, cuantificado en la pérdida de 4,5 millones de turistas, 169.000 empleos y casi 10.000 millones de euros del PIB en 2030.

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Viajeros en los mostradores de facturación de Air Europa en el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas en Madrid, en una imagen de archivo. EFE/Fernando Villar

Por ello, ALA urge al Gobierno a apoyar al sector, exigiendo a Francia que proteja los sobrevuelos mediante servicios mínimos, tal y como se hace en España e Italia; evitando la imposición de un impuesto al queroseno, que tendría un efecto desproporcionado sobre el turismo y la conectividad en España, o desarrollando políticas públicas para incentivar la producción de SAF (combustible sostenible de aviación) en nuestro país, entre otras medidas.

Tasas aeroportuarias

En cuanto al incremento del 4,09 % en tarifas aeroportuarias propuesto por Aena a partir de marzo de 2024, ALA confía en que pueda ser menor, aunque “tampoco hay mucho que podamos hacer porque está sujeto al proceso regulatorio”.

La propuesta de Aena está pendiente de la CNMC, que decidirá si dicha subida es lo adecuado al marco rgulatorio o si, por contrario, va a ser distinta.

No obstante, Gándara ha recordado que Aena ha sido el único operador aeroportuario regulado en Europa que lleva desde 2014 todos los años o bien con congelaciones o bien con bajadas de tarifas y, si se materializa su propuesta para 2024, sería la primera vez algo distinto a lo que ha ocurrido hasta ahora.

“Es justo también reconocer todas estas cosas. Hemos disfrutado durante muchos años de esas bajadas, cuando otros operadores aeroportuarios en Europa han tenido incrementos, incluso de dobles dígitos, como es el caso del aeropuerto de Amsterdam o el londinense de Heathrow y muchos otros”, ha destacado.