Vista de la estación de Metro de Chamberí, en Madrid, caracterizada por la fiesta de Halloween. EFE/ Gema García

Cómo disfrazarse en Halloween sin sustos: los consejos de las autoridades de consumo

Belén Escudero |

Madrid (EFE).- Halloween se ha asentado en España y se ha convertido en otro motivo de consumo para los fanáticos de la fiesta de los difuntos a la americana, pero si no quieren llevarse un susto de los de verdad en estos días, deben comprobar que los disfraces y la decoración del terror cumplen con las medidas de seguridad.

De cara a la ‘noche de brujas’, EFE ha contactado con organizaciones de consumidores y las autoridades competentes en consumo para conocer cuáles son las incumplimientos más frecuentes de las normas de seguridad de los disfraces, caretas o maquillajes que se venden para ‘dar más miedo’.

Los incumplimientos y sus riesgos

El problema más común, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), tiene que ver con la seguridad mecánica y el riesgo de asfixia. Los disfraces suelen tener cordones demasiado largos, piezas pequeñas y bolsas de embalaje muy finas.

La ropa para menores de siete años no puede llevar cuerdas, ni cordones en la zona del cuello. Si son para más edad, no pueden ser superiores a los 7,5 centímetros.

Vista de la estación de Metro de Chamberí, en Madrid, caracterizada por la fiesta de Halloween.EFE/ Gema García

Los complementos no deben tener partes puntiagudas, ni piezas pequeñas que se puedan desprender, sobre todo para el caso de los menores de tres años, que se los pueden tragar o meter en la nariz.

Las caretas no deben limitar la visión y deben contar con orificios de ventilación suficientes, y los maquillajes y los tintes para el pelo deben ser probados antes en una parte de la piel, aunque lo mejor es utilizar pelucas, pañuelos y gorros de color.

Tienen que cumplir los requisitos de inflamabilidad exigidos, y en los últimos años las direcciones de comercio y consumo de las autonomías, como la de Madrid, han constatado que éste es uno de los principales incumplimientos.

Por eso, se insiste a los padres en que cuando adquieran un disfraz, una máscara o una peluca comprueben que está fabricado con material de baja combustión y lleva la advertencia ‘mantened alejado del fuego’.

Las alertas y los disfraces retirados

En los últimos años se han retirado cientos de disfraces en España porque no cumplían la normativa de etiquetado: deben llevar el marcado CE, que debe mencionar nombre y dirección del fabricante, así como la composición y las instrucciones de lavado.

Durante 2022, según datos facilitados por el Ministerio de Consumo, se han retirado por diferentes motivos 623 productos de la categoría de disfraces de adultos y artículos de broma (386), y en la de juguetes (237), en la que entrarían los disfraces de los niños ya que son considerados como tal.

A la hora de comprar un disfraz, OCU aconseja priorizar las tiendas especializadas frente a los sitios de internet, donde hay menos controles.

Maty Sanz, una de las dueñas de una de esas tiendas (“Maty”) valora el consejo porque “no se puede meter Halloween hasta en los supermercados”. “Hay que estar vigilantes con toda la normativa que requiere un disfraz”, apostilla.

Esta es una época dorada para este tipo de locales. Es como su comienzo del año ya que en el verano la actividad cae significativamente, según Sanz.

Coste del disfraz de moda

La media del coste de un disfraz de Halloween es de unos 30 euros, según cuenta a EFE, Miguel, de la tienda “Barullo”, aunque se pueden encontrar desde unos 15 euros.

La estrella, tanto para niña como para más mayores, es “Miércoles”, la peculiar hija pequeña de los Addams, que este año trae nuevas vestimentas, pero siempre con el negro.

Halloween-Santander
Decoración de Halloween en Santander. EFE/Román G. Aguilera

Las brujas y vampiresas siguen también comprándose, y también los de enfermeras ‘sangrientas’ con toque sexy en el caso de las más mayores, que también se decantan por el disfraz de Harley Quinn, cómplice y pareja de Joker.

Los niños más pequeños quieren ser esqueleto o vampiro o ponerse una capa negra y llevar una guadaña, y los chavales se decantan más por vestirse de zombies como los de la serie “The Walking Dead”.

Todos estos disfraces se pueden comprar, pero tampoco es mala idea confeccionarlos uno mismo porque permite ahorrar al reutilizar ropa y otros materiales.