São Paulo (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió este viernes en la necesidad de regular las redes sociales para frenar los discursos de odio, pese a la amenaza de su homólogo estadounidense, Donald Trump, de imponer un arancel del 50 % por, entre otras razones, supuestos ataques a la libertad de expresión en Brasil.
Lula afirmó durante un evento en la ciudad de Osasco, en el estado de São Paulo, que su gobierno «no acepta» la exigencia de la Casa Blanca de no regular las redes sociales, uno de los asuntos que Trump mencionó en la carta en la que anunció el arancel adicional, que debe entrar en vigor el 1 de agosto.
«Vamos a regular, porque las ‘Big Techs’ tienen que respetar la legislación brasileña y no pueden estar promoviendo el odio, o intentando destruir la democracia», aseguró.
Trump ha acusado a la Corte Suprema de Brasil de «atacar» la libertad de expresión, al ordenar el bloqueo de cuentas en redes sociales que divulgan noticias falsas y proclamas antidemocráticas.

Por otro lado, Lula rechazó que su Gobierno pueda frenar el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) por un intento de golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022, otra de las razones de Trump para imponer la barrera comercial.
«Bolsonaro no es problema mío, es un problema de la Justicia brasileña», declaró Lula, quien desplegó una bandera brasileña durante el acto.
En ese sentido, tachó de «traidores» a miembros de la familia Bolsonaro y a sus aliados por hacer campaña en EE.UU. para sancionar a magistrados de la Corte Suprema y apoyar el arancel sobre las importaciones brasileñas.
Organizaciones de Brasil rechazan la «intromisión» de Trump
Entretanto, más de 250 organizaciones de la sociedad civil de Brasil lanzaron este viernes un manifiesto «en defensa de la soberanía nacional» frente a la «intromisión» del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por amenazar con sanciones al país por una supuesta persecución judicial a Bolsonaro.
“Repudiamos toda y cualquier forma de intervención, intimidación y amonestación que busque subordinar nuestra libertad como nación democrática”, reza el manifiesto leído por distintas autoridades en el Salón Noble de la Facultad de Derecho de la Universidad de São Paulo (USP), en el centro de la capital paulista.
El canto «No a la tiranía, la soberanía no se negocia», entonado a coro por los movimientos sociales y sindicales presentes, sonó cada vez que algún orador terminaba una frase determinante en su discurso.

Más de 250 entidades se han sumado a esta carta abierta, entre los que se encuentran los colegios de abogados y las asociaciones de jueces de varios estados del país.
El documento repudia las intromisiones a la soberanía y, al mismo tiempo, es un llamado para «dejar de lado» las diferencias políticas internas.
Mantener la prudencia en medio de la negociación
El director de la Facultad de Derecho de la USP, Celso Fernandes Campilongo, explicó a EFE que ve esta proclama como “un movimiento inicial” por la defensa de la soberanía que se extenderá en el tiempo.
«Soberanía significa la capacidad de tener la última palabra respecto del derecho válido para un pueblo y un territorio”, exclamó el académico, quien afirmó que «es inadmisible» que exista una «intromisión extranjera en el funcionamiento de las instituciones brasileñas».
La carta, sin embargo, no hace mención explícita en ningún párrafo a Trump.
Para Campilongo «no es necesario», ya que “todo el mundo tiene absolutamente claro” a “quienes” va dirigido, según dijo a EFE.
Sus impulsores quieren evitar así desviar la atención hacia un individuo específico y, al mismo tiempo, «mantener la prudencia y la moderación en un momento en el que las negociaciones todavía están en curso», a exactamente una semana de la entrada en vigencia del arancel del 50 % anunciado por Estados Unidos a las importaciones brasileñas.
La Administración Trump justificó dicha medida por una supuesta “caza de brujas” contra el expresidente Jair Bolsonaro, procesado por intento de golpe de Estado en la Corte Suprema brasileña.
Este embate ha dado inicio a varios cruces mediáticos entre Trump y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien tachó de «chantaje inaceptable» las amenazas del líder republicano.