Madrid (EFE).- El número de viviendas okupadas a la venta durante el tercer trimestre en Idealista superó las 23.000 unidades, el 3 % de las cerca de 767.000 que estaban a la venta en dicho periodo, y el 39 % de ellas se encontraba en Cataluña.
Tras Cataluña se situó Andalucía, que concentró el 22 % del total; la Comunidad Valenciana, con el 11 %; y la Comunidad de Madrid, con el 7 %, según ha señalado este martes en un comunicado el portal inmobiliario en base a los inmuebles anunciados en su base de datos.
Girona, la capital en la que más viviendas okupadas se venden
Girona fue la capital española en la que más viviendas okupadas se vendían en el tercer trimestre, el 8,9 % de las que se anunciaban.

Le siguen Tarragona (8,8 %), Sevilla (8,4 %), Almería (6,4 %) y Murcia (6,3 %). Por encima de la media nacional también están Lleida (5,7 %), Huelva (5,6 %), Huesca (5,2 %), Barcelona (3,7 %), Santa Cruz de Tenerife (3,6 %) y Málaga (3,4 %).
El resto de grandes mercados tuvo un peso inferior a la media: en Palma supuso el 2,5 % del total, en Madrid el 2,4 %, en Valencia el 2,3 %, en Alicante el 1,9 %, en San Sebastián el 1,7 % y en Bilbao solo el 1 %. Soria fue la única capital donde no existían viviendas okupadas a la venta.
Analizando el número de viviendas sin posesión en el mercado de venta, la ciudad de Barcelona lideró la clasificación con 855 viviendas okupadas a la venta durante el tercer trimestre, seguida por Madrid (776), Sevilla (558), Murcia (427), Málaga (304), Valencia (200), Palma (184) y Almería (158).
Estas ocho capitales reunieron el 69 % de todas las viviendas okupadas en venta de las capitales españolas.
Barcelona fue la provincia en la que más pesaron estas viviendas en el mercado de venta, con el 7,9 % de toda la oferta. Le siguieron las provincias de Sevilla (6,6 %), Toledo (5,3 %), Huelva (5,1 %) y Almería (5,1 %).
Los propietarios, hartos de esperar la intervención judicial
Según señala Idealista, hay un porcentaje muy relevante de propietarios «que se rinden hartos de esperar la intervención de la justicia» y que se ven obligados a vender su propiedad a un precio que, en muchas ocasiones, roza el 50 % del precio real.
Para revertir esta situación pide políticas que protejan a los propietarios, que ofrezcan seguridad jurídica y les aseguren la recuperación de su vivienda y lamenta que se minimice esta realidad, utilizando a veces «comparaciones irreales» que cambian la percepción del mercado y redundan en la sensación de desprotección.