Madrid (EFE).- La dificultad para encontrar una vivienda podría provocar una ralentización del 19 % en la llegada de inmigrantes a España hasta el año 2027, un hecho que afectaría de manera directa al consumo privado y, por tanto, provocaría una desaceleración de la economía en los próximos años.
Estos son algunos de los datos que ha ofrecido este miércoles el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, en la presentación de las previsiones económicas para España 2025-2027, donde ha aclarado que el debilitamiento del turismo y de la inversión pública también estarían detrás de esa desaceleración.

Así, se prevé que la población activa extranjera aumente en 875.000 personas en el trienio 2025-2027, frente a 1.080.000 en el trienio precedente, lo que supone un freno del 19 %, aunque Torres ha insistido en que se debe tener en cuenta que en el trienio anterior hubo una recuperación de inmigrantes que no pudieron viajar antes por la pandemia.
Déficit de vivienda
La vivienda es uno de los retos de la economía española, ha subrayado el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, quien ha reconocido que ha habido un repunte de la inversión en construcción, pero es «insuficiente» para cerrar el déficit que existe en el país.
De hecho, ha detallado que, en los últimos tres años, se han creado medio millón de hogares nuevos y se ha comenzado la construcción de 300.000 viviendas, «una brecha» que podría comenzar a cerrarse a partir del año que viene.
Este es un problema social, pero también económico, ya que la llegada de inmigrantes «va perdiendo fuerza» si el país no tiene capacidad de acogida en términos de vivienda, ha remarcado Torres, lo que se traduce en una disminución de la fuerza laboral.
De hecho, la población activa no cae, pero sí se observa una ralentización en su crecimiento, ya que aumentó un 1,6 % en los últimos tres años, un 1,4 % este año y se espera que lo haga un 0,6 % y un 0,7 % en 2026 y 2027, respectivamente.
Otra de las consecuencias es el freno de la movilidad interna, es decir, españoles que se mueven de unas comunidades a otras para trabajar, un fenómeno que ya se observó en 2023 (últimos datos disponibles), cuando el número de personas que vivían en una provincia desde hacía menos de un año había bajado.