Vista general de la exposición, en el Mercado Nacional de Ganados de Torrelavega que muestra el proceso tecnológico que, durante más de 80 años , usó la química de Sniace. EFE/ Javier G. Paradelo

La historia del eucalipto al textil en Sniace

Javier G.Paradelo |

Torrelavega (EFE).- El proceso tecnológico utilizado durante más de 80 años por la química de Sniace, que transformaba la madera de eucalipto en fibras textiles, permite recorrer en una exposición, a modo de viaje, la memoria histórica de una fábrica que moldeó el paisaje de Cantabria y la vida social de Torrelavega.

“Sniace, del eucalipto a los tejidos” resume en 16 grandes paneles la historia de la empresa entre 1939 y 2020 -cuando cerró la fábrica-, con infografías, archivos, proyecciones, mobiliario y pequeña maquinaria.

Todo con un enfoque divulgativo, en una muestra abierta al público en el Mercado Nacional de Ganados de Torrelavega.

Hay materiales y equipos de los procesos de fabricación; de los laboratorios punteros para su época, como el de química o el de hileras; y documentación referida a todos los instrumentos científicos y técnicos que fueron de los más innovadores en su época en el mercado textil.

Productos originales

También hay muestras originales de productos elaborados en Sniace rescatados de unas instalaciones hoy casi desmanteladas, como celulosa en pasta o papel, pasando por fibras como la viscosa, el rayón o la fibrana (fibra cortada) que desde Torrelavega se exportaban al mundo por su alta calidad.

El presidente de la Red de Patrimonio Industrial de Cantabria, Víctor Moreno, explica a EFE que la exposición documenta la creación de Sniace gracias a la multinacional italiana Snia Viscosa, una empresa con tecnología puntera para su época, que llegó a tener 35.000 empleados en todo el mundo.

EFE/ Javier G. Paradelo

Los paneles recrean una primera etapa de Sniace, considerada la más positiva, correspondiente al régimen franquista que abarca desde 1939 a 1975, cuando se actividad estaba arropada por la dictadura como empresa de interés público y declarada modelo.

El final del proteccionismo, el libre mercado, la entrada en la Comunidad Económica Europea, la crisis del petróleo y la aparición de nuevas fibras textiles hicieron que Sniace pasara por varias crisis financiera y de producción sucesivas.

Años después, en 2013, se produjo el primer cierre de la factoría que dio paso en 2016 a una reapertura que duraría cuatro años al no poder hacer frente a las deudas acumuladas y no encontrar un mercado favorable para sus producciones tradicionales y las nuevas áreas de negocio.

El periodo final, también documentado en la muestra, corresponde con el cierre y entrada en liquidación en 2020 hasta la venta del último activo en septiembre de 2025.

Redefinir el paisaje

Víctor Moreno asegura que, pese a su azarosa vida, el complejo industrial de Sniace es el que más trascendencia ha tenido en la comarca del Besaya y en gran parte de Cantabria, hasta el punto de redefinir el paisaje de la región por las 35.000 hectáreas plantadas de eucalipto para abastecer la producción.

Pero a nivel social y cultural, y de eso la exposición da cumplida cuenta, Sniace tuvo una gran influencia, en especial durante la época franquista, por la construcción de viviendas como el Poblado de El Salvador, que facilitó la vida a muchos de sus miles de trabajadores y a sus familias.

También a través de su obra social, ya que fomentó una serie de agrupaciones culturales de teatro, cine, fotografía, coros o el casino, sin olvidar la variedad de deportes auspiciados por la empresa que se practicaban tanto por parte de trabajadores como de ciudadanos de Torrelavega.

La capacidad de exportación

El presidente de la Red de Patrimonio Industrial de Cantabria asegura que uno de los principales hitos de Sniace en su 80 años de funcionamiento fue su capacidad de exportación, ya que llegó a comercializar por todo el mundo cerca del 40 % de su producción.

EFE/ Javier G. Paradelo

Como dato curioso, Moreno recuerda que Sniace entre los años 2016 y 2020 tuvo abierta una sucursal en Shanghái (China), para vender sus productos a toda la zona asiática, incluido Japón, Tailandia y todo el sudeste del continente.

Víctor Moreno detalla que el objetivo de la muestra, y de unas jornadas de debate, es “recuperar, conservar y difundir” la historia de la empresa y su relación con la economía de la ciudad.