Vista del campo Camiral, en Girona. EFE/David Borrat.

La patronal de campos de golf pide un mejor trato fiscal: IVA al 10 % y un IBI más bajo

Carlos Pérez |

Madrid (EFE).- La Asociación Española de Campos de Golf (AECG) considera que la riqueza que estas instalaciones aportan a la economía justifica que sean reconocidas como un sector industrial, no solo como actividad recreativa, y que tengan un mejor tratamiento fiscal, con una reducción del IVA al 10 por ciento y unas valoraciones catastrales más bajas que permitan pagar menos IBI.

El presidente de la AECG, Luis Nigorra, ha planteado estas demandas en una entrevista con EFE, en la que asegura que muchos de los alrededor de 400 campos de golf que hay en España “no son rentables”, por lo que necesitan mejores condiciones impositivas para contribuir a que sigan siendo tractores económicos para el entorno en el que están.

“La Administración ya nos reconoce como un sector, pero falta que nos dé un campo de juego más adecuado a nuestras necesidades. Necesitamos un tratamiento fiscal mejor en ciertas áreas”, sostiene Nigorra, cuya entidad, que en noviembre cumplió su décimo aniversario, representa el 55 por ciento de los campos existentes.

IVA reducido y problemas con el IBI

Entre sus reivindicaciones, está que el golf, como los demás deportes, tenga un IVA reducido, en vez del 21 por ciento, en línea con los demás productos vinculados con el turismo.

A su juicio, las deducciones en el IRPF que algunas comunidades aplican en actividades como los gimnasios son positivas, pero insuficientes, por lo que un menor IVA sería una medida adecuada.

También plantea el problema del impuesto de bienes inmuebles (IBI), que “en muchas zonas son muy caros” por la extensión de las fincas donde están los campos y “castigan mucho el negocio a nivel impositivo”. “Es una losa que pesa mucho”, lamenta Nigorra.
La solución pasaría, a su juicio, porque la Dirección General de Catastro, dependiente del Gobierno central, redujera las tasaciones “sustancialmente”, lo que repercutiría en la tasa, de aplicación municipal.

Vista general del campo de golf de Meaztegi.
Vista general del campo de golf de Meaztegi. EFE/Luis Tejido

Nigorra defiende que a pesar de que los campos de golf solo facturan unos 900 millones de euros al año, tienen “un efecto tractor muy importante y reparten muchísima riqueza”.

Alega que, de acuerdo con un estudio del Instituto de Empresa publicado hace pocos años, por cada diez euros que un turista de golf gasta en España, 8,9 repercute fuera de esta actividad deportiva.

“Las economías y las zonas alrededor de los campos de golf se benefician de ese gasto. Dudo que haya muchas actividades en las que el 90 por ciento del gasto del cliente vaya a otros sectores. Tenemos una capacidad de transformación importante porque somos un gran creador de riqueza para hoteles, alquiler de coches, restaurantes, taxis, comercio…”, esgrime.

El presidente de esta patronal también destaca la aportación del golf a la desestacionalización turística y a generar entornos verdes en zonas rurales o urbanas.

Prejuicios respecto al uso del agua

Nigorra cree que el golf es todavía “un sector muy desconocido” en España para la ciudadanía y sobre el que existen prejuicios que no responden a la realidad, como el gasto excesivo de agua para el riego en un país con déficit de recursos hídricos.

Remarca que el 56 por ciento del agua que se emplea en el conjunto de los campos de golf es reciclada o desalada, cuando Estados Unidos, segundo en la clasificación mundial, solo es del 21, y que seis de cada diez usan únicamente la regenerada para el riego.

Nigorra enfatiza que en la zona de Levante y del sur, el porcentaje se eleva al 70 por ciento, en Canarias, al 80 y en Baleares, al 96 por ciento.

“No hay debate. La gente que lo crítica está más bien más desinformada, porque si no la conclusión sería que es que hay mala fe en ello. Donde hay escasez de agua, el sector está reaccionando. Somos líderes mundiales en uso responsable de agua”, argumenta.

Recuerda al ecologismo que el foco deberían ponerlo en la gran cantidad de agua que se pierde por el mal estado de las conducciones. “No veo a los verdes protestando en eso”, les reprocha.

Nigorra, al frente de la asociación desde 2021, enfatiza que las instalaciones de golf han de ser sostenibles desde un punto de vista medioambiental, pero también económica. “La empresa tiene que ganar dinero para subsistir y tiene que ser social. Y la sostenibilidad social es que la empresa haga bien en su entorno”.

Respecto al número de campos de golf que hay en España, Nigorra la ve “aceptable”, aunque puntualiza que “podría haber más” y que se debería reducir la burocracia para facilitar su construcción.

“La ocupación media de un campo de golf no supera el 50 por ciento, porque en los meses bajos de turismo de golf, hay mucha capacidad ociosa y en sitios como Madrid, Barcelona, los campos se llenan en fin de semana, pero en entre semana todavía hay mucha capacidad de crecimiento”.

A su juicio, Cataluña es una de las regiones donde sería bueno que hubiera “tres o cuatro” campos más para aprovechar el impacto que va a tener la celebración de la Copa Ryder en 2031 en Camiral (Girona).