Fotografía aérea de las llamadas tierras raras, en una imagen de archivo. EFE/Grupo XP-3

Las tierras raras, el «petróleo» de China clave en la guerra comercial con EEUU

Redacción Asia (EFE).- Las tierras raras, presentes en vehículos eléctricos y hasta en los billetes de euro, vuelven a situarse en el centro de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, después de que Pekín, que casi monopoliza la industria, impusiera este jueves restricciones adicionales a su exportación.

China anunció hoy un nuevo paquete de restricciones a las exportaciones de productos de tierras raras a entidades extranjeras, unas limitaciones que empezó a lanzar el pasado abril en respuesta a los gravámenes anunciados por el Gobierno de Donald Trump en el llamado «Día de la Liberación (el 2 de abril)».

Las restricciones se anunciaron hoy aduciendo motivos de seguridad nacional y afectarán tanto a empresas chinas como extranjeras. Sobre estas últimas, pesará además una normativa adicional que afecta a la exportación de artículos que contengan tierras raras de procedencia china en al menos un 0,1 %.

TIERRAS RARAS CHINA
Un barco contenedor en Taiwán, en una imagen de archivo. EFE/EPA/Ritchie B. Tongo

Estas medidas, que sirven a Pekín como baza negociadora, llegan tras impulsos para volver a fomentar su venta en medio de la tregua comercial con EE. UU., que llevaron a que las exportaciones chinas de productos de tierras raras alcanzaran en agosto su mayor cuota en la serie histórica (desde 2012), y poco antes de un posible encuentro este mes entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping.

¿Qué son y para qué se utilizan?

Las tierras raras son un conjunto de 17 elementos químicos que suelen encontrarse unidos en la naturaleza: el escandio, el itrio y los 15 lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio).

Tienen propiedades magnéticas, luminiscentes y electroquímicas; y están presentes en pantallas táctiles, paneles solares, vehículos eléctricos e incluso los billetes de euro, a los que se añaden para evitar falsificaciones.

El término ‘tierra’ hace referencia en realidad a los óxidos, una acepción antigua en desuso que, por razones históricas, se mantiene en este caso, según explicaron fuentes consultadas por EFE.

Su explotación industrial se ha llevado a cabo en los últimos cincuenta años, pero se empezaron a aislar entre los siglos XVIII y XIX.

¿Dónde se encuentran?

A pesar de su nombre, las tierras raras son comunes en varios puntos del planeta. Se extraen a nivel mundial, pero están tan unidas en la naturaleza que su procesamiento es complicado, pues requiere de numerosos procesos químicos.

TIERRAS RARAS CHINA
Fotografía de las llamadas tierras raras. EFE/Orlando Barría

Con cerca de la mitad de las reservas mundiales de este grupo de elementos y el dominio de su producción y refinado, China ostenta casi el monopolio de una industria que una vez lideró Estados Unidos.

La potencia asiática posee un 49 % de las tierras raras del planeta -unos 44 millones de toneladas-, según el Servicio Geológico estadounidense, si bien países como Brasil, India, Australia, Vietnam, Birmania o EE. UU. también cuentan con estos recursos.

El «monopolio» chino

A la cantidad de tierras raras dominadas por China se suma que el país controla más del 70 % de la producción mundial -importando también el material de minas de Birmania- y casi el 90 % de su procesamiento, erigiéndose así como actor esencial en sectores como la electrónica, los vehículos eléctricos o la industria militar.

El origen de este control se remonta a los años 80 del siglo pasado, cuando el país asiático ya clasificó como estratégicos estos 17 elementos y proporcionó subsidios a empresas nacionales de la industria.

El gigante asiático toleró estándares medioambientales más bajos, lo que redujo los costes frente a competidores occidentales y, en paralelo, perfeccionó técnicas de procesamiento.

Deng Xiaoping, «padre» de la apertura económica china, resumió en 1992 la situación como: «Oriente Medio tiene petróleo, China tiene tierras raras».

Recientemente, Pekín ha endurecido el marco legal que rodea estas materias primas: en 2024 aprobó la primera regulación específica para el sector y desde julio de 2025 rige la nueva Ley de Recursos Minerales, que refuerza el control estatal, introduce licitaciones competitivas y exige restauración ecológica tras la actividad minera.