Imagen de archivo del hemiciclo de la Cámara Alta. EFE/Kiko Huesca

El Senado también existe

Antonio del Rey |

Madrid (EFE).- Una segunda urna espera el próximo domingo en todas las mesas electorales para elegir 208 senadores, que aunque no tienen el relumbrón y la proyección pública de sus colegas los diputados, también cuentan en el mapa político, porque el Senado es cámara legislativa y controla al Gobierno igual que hace el Congreso.

Hay excepciones, porque el líder de la oposición y candidato del PP a la Presidencia del Gobierno en los comicios del 23J, Alberto Núñez Feijóo es senador, como la mayor parte de los miembros de la cúpula de su partido que durante el último año ha hecho del Senado el verdadero cuartel general de su estrategia hacia La Moncloa.

Cabe hacer notar que son senadores autonómicos, así que no forman parte del cupo de 208 escaños en juego el próximo domingo; la institución cuenta también con 57 representantes designados por los parlamentos de las comunidades.

A Feijóo, por ejemplo, le nombró el Parlamento de Galicia tras asumir el liderazgo del PP después de la caída de Pablo Casado y dejar la Presidencia de la Xunta para dedicarse a la política nacional.

Vista general de una sesión de control en el pleno del Senado.
Vista general de una sesión de control en el pleno del Senado. EFE/Kiko Huesca

Este otro grupo también puede experimentar cambios, pues tras las elecciones autonómicas del 28 de mayo las cámaras legislativas han ido renovando sus representantes en la Cámara Alta, pero lo que el domingo se decide es quiénes serán los 208 senadores de elección directa con sitio en el hemiciclo de la calle Bailén.

Y sí, son elegidos directamente por los ciudadanos y en listas abiertas, sin las ataduras que suponen las listas partidarias, cerradas, del Congreso; hasta un máximo de tres por circunscripción.

Papeleta sepia para marcar al Senado

Nada impide que el elector, que tiene que marcar en la papeleta sepia cuáles son sus candidatos preferidos, opte por marcar nombres de dos o incluso tres partidos diferentes, aunque no sea frecuente.

El cupo de senadores autonómicos suele dar riqueza ideológica a una Cámara que pretende llevar la voz de los territorios hasta la soberanía nacional, y de hecho en esta última legislatura ha habido un grupo parlamentario de izquierdas integrado únicamente por senadores autonómicos de distintos partidos y procedencias.

Otra cosa es lo que ocurre con los 208 que se votan en la jornada electoral, un bloque donde nacionalistas e independentistas sí pueden conseguir senadores en sus respectivos territorios.

Para las fuerzas de ámbito nacional el sistema de reparto de tres escaños por circunscripción complica la entrada de los partidos no mayoritarios, y lo habitual es que se distribuyan entre PP y PSOE.

Vista de una sesión en el Senado.
Vista de una sesión en el Senado. EFE/Zipi

En las últimas legislaturas Podemos se quedó sin representación y Vox solo obtuvo una mínima presencia en el Senado pese a ser tercera fuerza en el Congreso.

En el reparto ganan los grandes partidos

En ese reparto siempre ganan los grandes partidos, que tienen más fácil lograr un abultado resultado e, incluso, aproximarse a la mayoría absoluta.

En todo caso, el domingo se espera una gran renovación en la Cámara Territorial, tanto en personas -las candidaturas cambian y se acomete un gran “éxodo” de senadores hacia el Congreso- como por el peso político que pueda tener en la próxima legislatura.

Está claro que se notará la marcha de Feijóo con destino a la Plaza de las Cortes, sea como próximo jefe del Gobierno o como todavía jefe de la oposición; sus cara a cara con el presidente Pedro Sánchez han puesto al Senado en primera línea y le ha dado un protagonismo que no tenía desde la aprobación del 155.