Santander (EFE).- El espeléologo francés que exploraba una cueva cántabra junto a dos compañeros, ha sido rescatado sin vida del interior de la cavidad, estrecha y compleja, que tiene dos pozos, uno de 25 metros y otro de 7, y una galería que se desplomó en parte y cayó sobre el hombre.
El dispositivo de rescate de este francés de 55 años, nacido en Langres, logró ayer por la noche localizar el cuerpo dentro de la cavidad y en la zona en la que había informado sus dos compañeros que estaba.
Sin embargo, el cadáver del espeleólogo no ha podido ser extraído de la cueva hasta las 7.00 horas de este viernes, debido a la complejidad de la cavidad, con pasos muy estrechos y un pozo de 25 metros en su inicio.
Un desprendimiento, causa del accidente
La cueva, situada en la zona del Portillo de La Sía, en el municipio cántabro de Soba, registró un desprendimiento al paso de los tres espeleólogos y una roca de “grandes dimensiones” cayó sobre el fallecido.
Sus otros dos compañeros, también franceses, fueron los que informaron ayer, jueves, por la tarde de que el hombre estaba atrapado después de la caída de una roca de grandes dimensiones.
Un operativo, integrado por una treintena de personas, inició el rescate de este hombre y al llegar al lugar del desprendimiento, confirmaron su muerte, lo que ya se temía a lo largo de toda la tarde.
Un profesional “experimentado”
El espeleólogo era un “experimentado profesional” en este campo, junto a los dos compañeros que le acompañaban ayer, y juntos habían cartografiado varias cuevas de la comunidad autónoma.
Nacido en 1968 en la localidad francesa de Langres, según informa a EFE la Guardia Civil, el cuerpo de este hombre ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Cantabria para realizarle la autopsia.
El cuerpo fue localizado tras varias horas de trabajo del operativo de casi treinta personas, de diversos grupos de rescate, que iniciaron su búsqueda después de que los dos compañeros que iban con él, salieran este jueves por la tarde de la cavidad y comunicaran había sido aplastado por una piedra de grandes dimensiones.
Una cueva estrecha y con un pozo de 25 metros
La cavidad que exploraban estos espeléologos franceses, que no está cartografiada, es compleja y muy estrecha, según han explicado a EFE varias fuentes que han participado en el rescate.
La cueva cuenta con dos pozos de 25 y 7 metros y meandros muy estrechos, así como una sala de 1,5 metros circular, donde se derribó el techo que cayó sobre el fallecido.
Agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) del puesto de la Guardia Civil de Potes, espeléologos de Cruz Roja, técnicos de la Dirección General de Interior del Gobierno cántabro, guardias civiles y voluntarios de Protección Civil de Ramales de la Victoria, así como servicios médicos, han conformado el operativo de rescate del hombre.
El cuerpo ha sido trasladado a Santander por el helicóptero del Gobierno de Cantabria, que lo ha izado en grúa, desde la boca de la cueva.
Desde el Gobierno de Cantabria se ha agradecido la profesionalidad y el esfuerzo de todos los integrantes del operativo de rescate, debido a que ha sido de “extrema complejidad”.
