Imagen de archivo de una anciana y un cuidador en el parque de El Retiro en Madrid. EFE/Chema Moya

Las mujeres, líderes en cuidados, realizan el 76 % de todo el trabajo no remunerado

Madrid (EFE).- Las mujeres realizan el 76,2 % del trabajo de cuidados no remunerado -3,2 veces más tiempo que los hombres-, destaca la ONU en la conmemoración por primera vez del Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo para reclamar medidas que impulsen el reparto equitativo de las responsabilidades entre mujeres y hombres.

En España las cifras también confirman la feminización de los cuidados. Las mujeres invierten 12,5 horas más a la semana en trabajos de cuidado no remunerado que los hombres, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo realizada por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST).

En los últimos años, cada vez más hombres apuestan por la corresponsabilidad, pero lo hacen mayoritariamente cuando los permisos son retribuidos; cuando no lo son, como ocurre con la reducción de jornada o la excedencia, siguen siendo las mujeres las que acceden más a esos permisos.

Los cuidados suponen el 9 % del PIB mundial

En el marco de la presidencia española del Consejo de la UE, el Gobierno ha propuesto que el derecho al cuidado y el de las mujeres a tener tiempo para vivir se sitúe en el centro de las políticas europeas.

MUJERES DIA CUIDADOS
Las mujeres, líderes en cuidados, realizan el 76 % de todo el trabajo no remunerado. EFE/Luis Tejido

Durante una reunión de alto nivel celebrada esta semana en Madrid, las ministras de Igualdad y de Derechos Sociales, Irene Montero y Ione Belarra, han defendido el objetivo de impulsar, junto al resto de estados miembros, sistemas públicos de cuidados a la altura de los educativos y sanitarios.

“No se trata solo de repartir equitativamente los cuidados, sino que los Estados se hagan corresponsables, como se ha hecho con la salud o la educación, del derecho al cuidado”, argumentó Montero.

Por su parte, Belarra expuso la urgencia de avanzar hacia modelos de cuidados que pongan a las personas en el centro: “La gente mayor quiere quedarse en sus casas el máximo tiempo posible con los apoyos suficientes, y en este momento solo se está garantizando como un privilegio para aquellas personas que se lo pueden permitir”.

“El trabajo de cuidados no remunerado representa en el mundo, según algunos estudios disponibles, el 9 % del Producto Interior Bruto mundial, ninguna economía aguanta unas pocas semanas sin esos trabajos de cuidados que ejercemos mayoritariamente las mujeres”, advirtió Montero.

“Nuestras economías son grandes gigantes con pies, no de barro sino de mujeres que están sosteniendo nuestros sistemas económicos y que no reciben esa atención por parte de las políticas públicas para garantizar sus derechos”, aseveró la responsable de Igualdad.

29 de octubre: “Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo”

A propuesta de un grupo de países como España, el pasado mes de julio la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó la celebración oficial del “Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo” cada 29 de octubre.

Naciones Unidas pone de relieve la labor de tantas personas que cuidan de otras en el ámbito formal e informal de los cuidados y recuerda que son las mujeres son las que fundamentalmente llevan esa carga.

“El crecimiento de la población, el envejecimiento de las sociedades, las modelos de familia cambiantes, el lugar todavía secundario de las mujeres en los mercados de trabajo y las deficiencias en las políticas sociales exigen que los gobiernos, los empleadores, los sindicatos y los ciudadanos adopten medidas urgentes en lo que respecta a la organización del trabajo de cuidados”, indica la ONU.

Considera necesario reconocer y valorar el trabajo del cuidado remunerado y a los cuidadores como trabajadores esenciales, pero también, adoptar medidas que combatan los estereotipos de género, así como los relacionados con la raza, el origen étnico, la edad o el estatus migratorio para reducir la segregación de este tipo de empleos.

En línea con los pactos y compromisos internacionales, como la Agenda 2030, expone la importancia de “reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país”.