Madrid (EFE).- Seis comunidades -Andalucía, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Región de Murcia y Navarra- han activado este lunes el aviso amarillo (riesgo) por mala mar, nieve, rachas de viento de hasta 70 km/h y por lluvias, que podrían acumular 15 litros por metro cuadrado en una hora.
En Andalucía, hay alerta amarilla en las provincias de Cádiz y Huelva por lluvias que dejarán 15 litros en una hora; en Cádiz hay también viento del oeste o noroeste de 50 a 61 km/h en el Estrecho en torno a Tarifa, al oeste de Tarifa, y en la zona de Trafalagar mar adentro. En Almería soplará el viento alcanzando 70 km/h.
En la Comunidad Foral de Navarra hay aviso por rachas máximas de viento que alcanzarán 70 km/h en áreas de la vertiente cantábrica.
Cuatro carreteras de la red secundaria cortadas por la nieve
La Aemet ha señalado que en dos de las comunidades de la mitad norte peninsular -Asturias, Cantabria- y en las provincias de León, Palencia y Zamora (Castilla y León)- el nivel amarillo por nieve se activará a las 20:000 hora peninsular, y se prevén 5 centímetros en 24 horas, en una cota por encima de 1.200 metros.
Cuatro carreteras de Andalucía, Canarias, Cantabria y Castilla y León, todas de la red secundaria, están cortadas por la nieve y en otra de Cataluña está prohibida la circulación a camiones, informa la Dirección General de Tráfico (DGT), que pide precaución.
Las carreteras cortadas al tráfico son la A-4025, en Güejar Sierra (Granada), la LP-4, en Santa Cruz de la Palma (Santa Cruz de Tenerife), la CA-643, en San Roque de Riomiera (Cantabria) y la DSA-191, en Calendario (Salamanca).
Además, está prohibido el paso de camiones y vehículos articulados en la N-230, en Vilaller (Cataluña), y la OU-0704, en Pobra de Trives (Ourense), está transitable con precaución.
En la Región de Murcia el aviso por alerta amarilla se hará efectivo a las 18:00 horas por fenómenos costeros adversos con viento del suroeste entre 50 a 60 km/h (fuerza 7) y olas de 2 a 3 metros.
La Aemet avisa de que con la alerta amarilla no existe riesgo meteorológico para la población en general, aunque sí para alguna actividad concreta.
