Madrid (EFE).- El representante en España del Frente Polisario, Abdulah Arabi, ha aprovechado la celebración del 50 aniversario de la salida de nuestro país del Sáhara para reprochar al Gobierno de Pedro Sánchez su giro radical en 2022 al ceder «al chantaje y manipulación» de Marruecos aceptando su plan autonomista.
Arabi ha hablado en estos términos durante su intervención en una jornada celebrada en el Congreso para conmemorar el 50 aniversario de la firma del Acuerdo Tripartito de Madrid, que firmaron el 14 de noviembre España, Marruecos y Mauritania para regular el Sáhara Occidental tras desaparecer la administración española.
España, ha criticado el dirigente, «hizo un abandono del pueblo saharaui y del territorio» dejando la puerta abierta «a una ocupación ilegal» de Marruecos y Mauritania.
Sobre la resolución de la ONU
Se ha referido también a la reciente resolución de la ONU sobre la excolonia, que renovó la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) durante un año y reforzó la propuesta autonomista de Rabat para explicar que se trata de una resolución llena de contradicciones y que, en ningún caso, una medida impuesta de manera unilateral «puede ser nunca una opción».
La autodeterminación, ha advertido Arabi, «no es una mercancía ni un arancel», es un derecho que pertenece «exclusivamente» al pueblo saharaui y al que no van a renunciar.
En este contexto, ha vuelto a reiterar que ningún acuerdo comercial que la Unión Europea firme con Marruecos y que incluya los recursos naturales del Sáhara, es legal a menos que tenga el consentimiento de los saharauis y, por tanto, van a denunciar el nuevo acuerdo, como ya hicieron con el del año pasado.
Este acto, en el que han participado especialistas en derecho y en el Sáhara, ha sido clausurado por el portavoz de Podemos, Javier Sánchez Serna, que ha cargado contra la resolución de la ONU «redactada por EE.UU y comprada por varios países, entre ellos España».
Especialmente duro con el Ejecutivo español
Ha sido especialmente duro contra el Ejecutivo por «romper el consenso» avalando la propuesta autonomista de Rabat, encubriendo así -ha dicho- «la ocupación militar, la represión y la explotación de recursos» de la excolonia española.
Para el dirigente morado, España tiene una responsabilidad «moral e histórica» que no prescribe y no puede ser cómplice de esta situación «por mucho que el Gobierno lo intente».