Un sintecho se resguarda del frío en una parada de autobús en la zona de Atocha en Madrid. EFE/ Mariscal

Lanzan una campaña de apoyo a personas sin hogar: en España son cerca de 40.000

Madrid (EFE).- En España hay aproximadamente 40.000 personas sin hogar según las entidades sociales del sector, que han destacado que en los últimos dos años han aumentado en un 55 % las personas en situación de calle acompañadas desde algún recurso público o privado.

Cáritas y la Federación de Asociaciones y Centros de Ayuda a personas marginadas (FACIAM), entre otras organizaciones, han presentado este jueves la 32 edición de la campaña de personas sin techo, con el lema «Sin hogar, pero con sueños».

En Madrid, se ha celebrado una manifestación desde la plaza de Callao hasta la estación de Príncipe Pío, donde se ha leído un manifiesto para pedir la implicación de los ciudadanos, las administraciones y las entidades para garantizar una acogida digna a las personas sin hogar y el acceso a derechos como la vivienda, el trabajo o la salud.

El objetivo de esta campaña, que incluye actos en varias ciudades de España de manera simultánea, es provocar «un movimiento que se traduzca en un acercamiento que se transforme en solidaridad y en justicia».

La presidenta de FACIAM, Susana Hernández, ha explicado: «Quienes acompañamos a las personas sin hogar constatamos que vivimos en una pesadilla, la del continuo crecimiento de la precariedad de las personas que no pueden llegar a fin de mes, pagar los suministros, conservar un alquiler o cubrir otras necesidades, como las de la salud».

Diversas causas

Según Hernández, las causas del sinhogarismo pueden ser administrativas, por la falta de documentación para residir y trabajar en el país; estructurales, por la pérdida de empleo y la imposibilidad de hacer frente a la hipoteca o el alquiler de una vivienda, o motivadas por la ruptura de relaciones y la pérdida de redes de apoyo.

«No tener techo implica perder derechos: al empadronamiento, a tener asistencia sanitaria, a acceder a una vivienda pública o a tener un trabajo decente», ha subrayado.

Además, ha llamado la atención sobre las mujeres que están en situación de calle -el 24,6 % de las plazas de alojamiento fueron ocupadas por mujeres- y que están «doblemente estigmatizadas».

Por ello ha señalado la necesidad de reforzar la red de atención específica que reconozca sus realidades concretas, como la violencia de género, la sobrecarga de cuidados, la maternidad en contextos de exclusión y las violencias cruzadas que sufren las mujeres migrantes.

Un sintecho duerme en una calle de Santiago de Compostela.
Un sintecho duerme en una calle de Santiago de Compostela. EFE/Xoán Rey

En el manifiesto, reclaman alojamientos temporales suficientes, vivienda pública asequible, un diseño de ciudades que sean amables con las personas sin techo, el acceso a la salud sin barreras burocráticas ni discriminación, el refuerzo de los dispositivos de salud comunitaria para las personas sin hogar, leyes que ayuden a las personas a obtener permiso de residencia y trabajo.

También que este colectivo sea tenido en cuenta en la elaboración de las políticas públicas que les afectan.

En el acto ha intervenido, entre otros testimonios, Pilar, española que lleva unos meses en situación de sinhogarismo, quien ha relatado que perdió su trabajo, no pudo hacer frente a la hipoteca y se vio en la calle, donde comía de los restos que encontraba en la basura hasta que llegó a la Fundación Luz Casanova, en una situación psicológica «complicada».

Ahora, Pilar espera que la vuelvan a ver «como una persona y no como un desecho que hay en la calle» y sueña «con vivir por sus propios medios y no de ayudas».