Bruselas (EuroEFE).- El ministro español de Agricultura, Luis Planas, consideró este lunes que no hay que «escoger entre cañones y mantequilla», al opinar que el aumento previsto de la inversión de la UE en defensa no debería repercutir en menos fondos para la Política Agrícola Común (PAC) posterior a 2027.
A su llegada a la reunión de titulares de Agricultura y Pesca de los Veintisiete que se celebra este lunes en Bruselas, Planas declaró que la próxima propuesta de la Comisión Europea sobre la PAC posterior a 2027 debe garantizar que esa política agrícola esté «dotada de personalidad propia y de una buena dotación financiera«.
«Aquí no se trata de escoger entre cañones y mantequilla. Aquí se trata de conseguir fortalecer la defensa y la seguridad de Europa, nuestra autonomía también en materia energética y nuestra seguridad alimentaria«, comentó.
Riesgos para la seguridad alimentaria
Planas advirtió de que la seguridad alimentaria de la Unión Europea «no está garantizada» y «tiene numerosos riesgos«.
«Riesgos derivados, evidentemente, de la dificultad misma de la actividad y también algunos derivados, por ejemplo, de nuestra ausencia o la disminución de la facilitación de los fertilizantes como un elemento básico para la producción agrícola», expuso.
El ministro también destacó que en las conclusiones de la cumbre de líderes de la UE de la semana pasada se indica que «con carácter horizontal» se deberá reducir la carga burocrática «en un 25 %» para aumentar la competitividad europea. El porcentaje se eleva al 35 % en el caso de las pymes, según recordó Planas.
«Nos parece que eso va en el buen sentido. Hemos hecho un gran progreso en la simplificación de la PAC, pero debemos continuar en este sentido», declaró Planas.
España propone una Política Agrícola Común (#PAC) post 2027 provista de personalidad propia y dotación financiera suficiente. pic.twitter.com/tSrnBjyrp2
— Luis Planas Puchades (@LuisPlanas) March 24, 2025
Sobre la cadena alimentaria, dijo que le va a pedir a la Comisión Europea que presente «cuanto antes sus propuestas en relación con la prohibición de la venta por debajo de los costes de producción para complementar las reformas ya en curso y en línea con lo que ha solicitado España».
Además, dijo que la innovación le parece «clave de cara al futuro» y que España tiene «2.506 proyectos de innovación en materia agroalimentaria que pensamos desarrollar», además de recalcar que sin jóvenes «no hay futuro» para el sector.
«Tampoco sin igualdad entre hombres y mujeres en el mundo rural, y este es un tema que la Comisión se ha comprometido a desarrollar, un nuevo documento, y nos parece fundamental», apuntó.
Los posibles aranceles de EE.UU.
Sobre los aranceles que Estados Unidos ha anunciado que impondrá a importaciones de la Unión Europea (UE), Planas recalcó que siempre existe «margen para negociar» con el Gobierno del presidente Donald Trump.
«Pero, evidentemente, no (vamos a negociar) bajo presión y, desde luego, no bajo ningún tipo de amenaza«, declaró el político.
Recalcó la importancia de que la UE defienda sus «intereses» en la relación con Washington, y dijo que sigue «con responsabilidad y, en algunos casos, con preocupación» las noticias que llegan del otro lado del Atlántico.
Trump subrayó el viernes pasado que mantiene su intención de imponer aranceles recíprocos a partir del 2 de abril sin excepciones, pero consideró que puede haber cierta flexibilidad al respecto.
Planas aseguró estar «sereno» al respecto, pero dijo que estará «muy atento en la defensa muy firme de nuestros intereses».
Valoró que la Comisión Europea anunciara la semana pasada el retraso en la aplicación de las primeras contramedidas en respuesta a los aranceles estadounidenses a las importaciones europeas de aluminio y acero, a fin de dar más margen a la negociación con Washington para lograr una solución.
El vino y el ‘bourbon’
De ese modo, las contramedidas de la UE anunciadas el pasado 12 de marzo entrarán en vigor a mediados de abril, en lugar del día 1, como estaba previsto originalmente.
La respuesta de la UE consiste, en primer lugar, en permitir que expire la suspensión de las contramedidas vigentes de 2018 y 2020 contra EE. UU. Eso afectará a una serie de productos estadounidenses que responden al perjuicio económico causado a exportaciones de acero y aluminio de la UE por valor de 8.000 millones de euros.
En segundo lugar, en respuesta a los nuevos aranceles estadounidenses que afectan a más de 18.000 millones de euros de exportaciones de la UE, la Comisión propuso un paquete de nuevas contramedidas sobre las exportaciones estadounidenses que debe entrar en vigor a mediados de abril, previa consulta a los Estados miembros y las partes interesadas.
En ese contexto, la Conferencia Española de Consejeros Reguladores Vitivinícolas (Cecrv) y la European Federation of Origin Wines (EFOW) pidieron el pasado jueves a la Comisión Europea que excluya el vino y el ‘bourbon’ de represalias comerciales contra Estados Unidos.
En términos más generales, aseguró que España tiene dos objetivos en materia comercial: «mantener los mercados existentes» y «ampliarlos», con acuerdos como el que se está negociando con la India y el de Mercosur.
Sobre Mercosur, adelantó que pedirá «que se acelere todo el procedimiento para su ratificación», y calculó que hacia mediados de año la Comisión presentará probablemente una propuesta al respecto.
La ley española contra el desperdicio alimentario
Planas adelantó además que hablar este lunes con sus homólogos de la Unión Europea y al Ejecutivo comunitario sobre la nueva ley española contra el desperdicio alimentario, aprobada el pasado jueves y que describió como «pionera«.
Subrayó que el desperdicio alimentario «supone una pérdida económica y ambiental» y que desde el punto de vista ética y moral «es algo que debemos corregir».
Entre otros elementos destacables, mencionó el hecho de que la legislación incluya «objetivos precisos y un mecanismo para dar prioridad al uso humano de los alimentos«.
La norma busca prevenir y reducir el desperdicio de los alimentos por parte de todos los agentes de la cadena; para ello, establece una jerarquía de prioridades de solución.
También se incluye la obligación de todos los agentes de disponer de un plan de aplicación para la prevención de las pérdidas de desperdicio, una medida de la que quedan excluidas las microempresas y las pequeñas explotaciones agrarias.
Entre otros aspectos, la restauración deberá ofrecer la posibilidad de llevar a casa comida o bebida envasada que no haya sido consumida, al tiempo que se promoverá el consumo de alimentos poco estéticos, de proximidad y ecológicos.
El primer pesquero español con sistema de propulsión híbrido
Más tarde, Planas presentó en Bruselas en la sede de la representación permanente de España ante la UE, el ‘Ventura’, un barco en construcción que cuando esté concluido se convertiría en el primer pesquero español con un sistema de propulsión híbrido.
El proyecto lo impulsa la empresa armadora de buques Veraguas Lar, con sede en el puerto de Marín (Pontevedra) y liderada por las hermanas María José, Mercedes y Lucía de Pazo Allariz.
El ‘Ventura’ será un buque palangrero de superficie de 36,47 metros de eslora para pesca de gran altura en caladeros del Atlántico Norte, Índico y Pacífico. La construcción se desarrollará en los astilleros Armón Vigo.
Fuentes del ministerio español de Agricultura, Pesca y Alimentación indicaron que el ‘Ventura’ es un proyecto de financiación propia por parte de Veraguas Lar.
Agregaron que no puede recibir financiación del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA) porque tiene más de 24 metros de eslora y que, por eso, la empresa pide a la Comisión Europea que revise la regulación.
Apuntaron, asimismo, que el Gobierno español, con la presentación de este lunes en Bruselas, «apadrina» el proyecto porque «está en línea con las políticas de sostenibilidad y mejora de las condiciones de trabajo de los pescadores».
En declaraciones a la prensa antes del acto de presentación, Planas dijo que el proyecto ‘Ventura’ es «tremendamente interesante» y que se trata de «un buque de palangre de superficie que reúne esas condiciones de mayor selectividad, de mayor sostenibilidad y también, en definitiva, de ajustarse a esas nuevas necesidades del sector pesquero».
Resaltó que «somos capaces de llevar adelante, efectivamente, una pesca que sea sostenible en todos los aspectos y, también, desde el punto de vista ambiental».
