El magistrado José María Asencio con su libro 'Entre acordes y cadenas'. Cedida por el autor

Compases y retazos históricos en el gramófono de un juez

Mérida (EFE).- A través de la música se pueden comprender mejor algunos retazos históricos, la cual, a su vez, siempre ha estado acompañada por compases de diversos estilos, como así lo entiende el juez de lo Penal de Barcelona José María Asencio, quien a través de su libro ‘Entre acordes y cadenas’ invita a viajar por estaciones históricas con el pasaporte de los sones.

No es un libro musical ni un gramófono de letras; es un compendio de investigación que entrelaza canciones cuyo significado, origen y desarrollo tuvieron un porqué histórico. “Se trata de bucear en las canciones para navegar por retazos de un siglo de historia”, ha agregado el magistrado alicantino.

Un cuadro de Aute en la portada

De visita por Extremadura, donde nacieron sus abuelos, Asencio, en una entrevista a EFE, el juez ha desgranado este libro que, editado por Mankell, tiene como portada una obra pictórica de Luis Eduardo Aute cedida por su hijo Miguel. “He crecido con Aute -añade- y con decenas de autores y cantantes, pues no entiendo la vida sin la música”.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Alicante, de cuya tuna forma parte; doctor por la universidad de Salamanca y exletrado del Consejo General del Poder Judicial, Asencio ha elegido 50 canciones para aproximarse a otros tantos “retazos de la historia”, como así los define.

El libro, estructurado “como si fuera un concierto”, cuenta también con la colaboración “reflexiva” en formato de preludios y codas, con Adolfo Celdrán, uno de los fundadores junto a Hilario Camacho del colectivo ‘Canción del pueblo’; Pablo Guerrero, el músico y letrista Luis Gómez-Escolar, el peruano Manuelcha Prado, el mexicano Gerardo Pablo Muñoz y la nicaragüense Katia Cardenal.

Cincuenta canciones con historia

“He elegido 50 canciones que tiene una historia detrás para abordar su contexto histórico y contar la semilla de cómo surgieron”, ha explicado Asencio, cuyo primer retazo se sitúa en la Guerra de Secesión a través de la canción popular ‘Dixie’ y el último se sumerge en ‘No soy de aquí ni soy de allá’, de Facundo Cabral.

En esta horquilla, el magistrado ha incluido episodios tan diversos como la Guerra del Líbano mediante el secuestro de un avión en el que viajaba Demis Roussos, al que obligaron a cantar “Velvet Mornings”, éxito que se conoció por su estribillo ‘Triki, triki, trii’, o el pasodoble ‘Doce cascabeles’, escrita por Ricardo Freire en una servilleta tras golpear la cucharilla de un café sobre la taza, un enlace para hablar de la España musical de mediados del siglo XX con las verbenas de los pueblos como encuentros sociales, entre los que cita los municipios de Trujillo y Madroñera.

También aparece en su particular gramófono de compases y retazos históricos del juez la canción ‘Noche de Paz’, la cual sirvió para una tregua entre trincheras durante la Primera Guerra Mundial y ‘Clavelitos’, canción que “no fue compuesta por ni para la tuna”, así como retazos sobre la conocida como ‘Generación beat’, los recitales en las prisiones donde iban cantantes como Johnny Cash e incluso la Semana Santa a través de la marcha procesional ‘Caridad del Guadalquivir’.

Guiños a Camarón de la isla

El libro contiene guiños a Camarón de la Isla para hablar de Federico García Lorca, a Luis Eduardo Aute y Rosa León para sumergirse en los últimos fusilamientos del dictadura franquista, al autor africano Ismaël Lô para introducirse en la descolonización de África y el ‘Mayo del 68’ a través de los cantautores franceses.

“A mi pasión por la música desde niño le he añadido un año de investigación de las canciones”, todo ello para poder sacar a la luz este libro, el cual también tendrá una edición en catalán y que cuenta con las colaboraciones de Lluís Llach y Paco Muñoz.