Imagen de "Lugares Comunes", que reúne objetos protectores y místicos, como prendas de vestir, ilustraciones y piezas de cerámica, en "una reivindicación de lo frágil, como una fortaleza. EFE/Abel Alonso

Lo frágil se convierte en poderoso en una muestra que fusiona moda y cerámica

Por Sergio Jiménez
Logroño (EFE).- Lo frágil se convierte en poderoso en la exposición “Lugares Comunes”, instalada en Logroño, en la que su artista, Tamara Mendaza, fusiona la moda, a través de tres abrigos, con piezas de cerámica e ilustraciones, para reivindicar que “lo sensible y frágil” son conceptos también que se pueden emplear para generar belleza.

La exposición, que puede visitarse en el espacio cultural Galería La Lonja hasta el próximo 3 de diciembre, se estructura en dos proyectos separados por salas, cuyas tienen el denominador común de exponer cómo lo frágil se puede utilizar para “generar otro tipo de vínculo, tanto con la naturaleza como con la memoria y las personas mayores que, muchas veces, terminan siendo olvidadas”, relata Mendaza en una entrevista con Efe.

Terrorismo sentimental

La primera parte de la muestra que se encuentra el visitante al pasar por la puerta de La Lonja lleva por título “Terrorismo sentimental”, un proyecto enfocado a la moda, protagonizado por tres abrigos suspendidos sobre el suelo, que cuentan una historia vivida por esta artista (Estella, Navarra, 1986) afincada en La Rioja.

“‘Terrorismo sentimental’ – explica- es un proyecto de diseño y experimentación en la moda que hice antes de la pandemia, y el concepto es que, cuando iba a trabajar todos los días, veía a una señora muy delgadita que siempre estaba sentada en el mismo banco buscando los rayos de sol para abrigarse”.

De vuelta al bosque


Una vez se atraviesa este “Terrorismo sentimental”, en el que predominan estas piezas en tela y que, según la artista, podrían estar colgadas en un museo como ser portadas por una persona en la calle, empieza el viaje al proyecto de la exposición, titulado “De vuelta al bosque”, con objetos de cerámica e ilustraciones.

Esta segunda parte, con muchas referencias a los árboles, “es mi forma de ver el tiempo que estoy viviendo ahora, ya que, durante la pandemia, volví a visitar mucho más mi pueblo, que es de la sierra, y volví porque había proyectos que me unían a esa localidad. Fue para mí una vuelta muy fuerte”, explica Mendaza.

“De vuelta al bosque”, narra Mendaza, surge de su vivencia actual, una fase en la que “está mucho más presente la naturaleza” y en “en esa naturaleza, mi memoria busca esa relación con mi abuelo fallecido, que fue pastor, entre otros conceptos”.

La artista reconoce que siempre ha trabajado con la naturaleza y los animales siempre han sido una inspiración para ella, pero “ahora significan otra cosa; es una segunda parte de la exposición más sentimental y personal”.

Edición web: Pilar Mazo