El presidente de la Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines (CEOPAN), el riojano Eduardo Villar, este viernes en su panadería de Logroño. Las panaderías riojanas se unen a la convocatoria de un apagón bajo el lema "sin luz no hay pan", como medida de choque por la subida de los costes de electricidad. EFE/Raquel Manzanares

Apagón en las panaderías en protesta por el “inasumible” aumento de los costes

Logroño, (EFE).- Los panaderos soportan el aumento de los precios de la energía y las materias primas sin poder repercutir este mayor coste en el pan, porque “es un producto que se consume a diario y no se puede vender a precio de caviar”.

Así lo ha explicado este viernes a EFE el presidente de la Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines (CEOPAN), el riojano Eduardo Villar.

Las panaderías tradicionales de España secundan este viernes un apagón simbólico en protesta por el aumento de estos gastos desde febrero, que es “inasumible” para los pequeños establecimientos.

Villar, quien regenta el horno Arguiñano en Logroño desde hace 25 años, ha precisado que, en los últimos meses, ha pasado de pagar 1.500 a 5.100 euros en la factura de la luz, a lo que se suman el incremento de los precios de la harina, el aceite de girasol y los huevos.

“Esta situación es insostenible. Algo se ha roto en la cadena alimentaria y alguien tiene que poner orden en todo esto”, ha recalcado.

Para ello, el próximo 2 de noviembre se reunirá en Madrid con el ministro de Agricultura, Luis Planas, a quien planteará la posibilidad de que los panaderos puedan entrar en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) y cuenten con un bono social para gasoil y energía.

Situación “insoportable”


Este panadero ha reconocido que ha tenido que subir el precio de la barra de medio kilo de 1,15 a 1,20 euros, un porcentaje que no se corresponde con el aumento registrado en el resto de precios en la electricidad y las materias primas.


Debido a esta situación “insoportable”, muchas panaderías tradicionales se han visto obligadas a cerrar en los últimos años, a pesar de que la clientela es “muy fiel”, porque “no solo compra el pan de cada día, también compra salud”.

Una hornada de pan este viernes en una panadería de Logroño. Las panaderías riojanas se unen a la convocatoria de un apagón bajo el lema “sin luz no hay pan”, como medida de choque por la subida de los costes de electricidad. EFE/Raquel Manzanares

Además, los altos precios del gasoil provocarán otro “daño colateral”, ha augurado, de modo que los pueblos se van a quedar sin pan porque muchos panaderos ya no van a vender al medio rural.

“Esa España vaciada, esa España rural con la que a los gobiernos se les calienta tanto la boca se va quedar sin pan. Cuando cierra una panadería no se vuelve a abrir y se queda desabastecida esa zona”, ha lamentado.

Así, ha dicho que, durante el pasado verano, algunos panaderos de Logroño tuvieron que desplazarse a algunos pueblos riojanos para servir pan a los vecinos.

Villar ha detallado que la protesta de los panaderos continuará en las próximas semanas, con la convocatoria de manifestaciones en Sevilla y Valencia y, en función de la respuesta que reciban del Ministerio de Agricultura, decidirán si toman decisiones “más drásticas”.

CEOPAN agrupa a unos 12.000 pequeñas y medianas panaderías, que cuentan con 190.000 trabajos directos. En La Rioja pertenecen a esa asociación 40 de las 54 panaderías tradicionales, con 250 empleados, que también generan trabajos indirectos.

Por Rebeca Palacios