Logroño, (EFE).- Eduardo Pérez Hoces ha sido reelegido este viernes presidente de ARAG-ASAJA, con el 90 % del apoyo de los compromisarios participantes en la Asamblea General de la organización.
Durante la Asamblea, celebrada bajo el lema “Sembrar, crecer, defender”, su candidatura ha obtenido 207 votos a favor, 6 en contra, 5 blancos y 11 nulos, ha informado la organización agraria en una nota.
Pérez Hoces repite otros 4 años como presidente de la principal y “mayor organización agraria riojana” con una lista de “unidad, renovación y experiencia”, formada por 28 profesionales del campo, referentes en sus respectivos sectores, y en la que están representados 21 municipios de todas las comarcas de La Rioja.
Ha anunciado nuevas movilizaciones a partir del próximo mes de enero, “ante el ninguno que están recibiendo los agricultores y ganaderos” con todos los sectores afectados “por una crisis estructural y coyuntural gravísima”.
Respecto al futuro, ha dicho que hay que “superar la inflación, los efectos de la guerra de Ucrania, y adaptarnos a las exigencias de un nuevo entorno marcado por una fuerte fiscalidad, el respeto al medio ambiente y el compromiso social”.
ALZAR LA VOZ Y RECUPERAR LA ILUSIÓN
Para ello, se ha comprometido a mantener una actitud reivindicativa y, a este respecto, ha dicho: “quiero que los agricultores y ganaderos de La Rioja vayamos por la calle pisando fuerte, sabiendo que somos imprescindibles. Quiero alzar la voz con independencia. Quiero recuperar la ilusión, que es tan necesaria”.
Para Pérez Hoces, las soluciones a los problemas del campo riojano “van más allá de las ayudas y las subvenciones”.
Ha dicho que “no queremos que los políticos saquen la chequera. Estamos cansados de decirlo. No queremos paguitas”, sino “no seguir trabajando a pérdidas”.
Para ello, ha recordado “las medidas que su organización viene reclamando para recuperar la rentabilidad del sector”, como el cumplimiento efectivo de la Ley de la Cadena Alimentaria, mayor flexibilidad en la aplicación de la nueva PAC, un plan de choque ante el incremento de los costes de producción o el control de las importaciones de productos agrarios de terceros países.