La representación de la pasión de Cristo tomó un año más las calles de Calahorra, con la participación de más de 200 personas. EFE/Raquel Manzanares

La Pasión de Cristo toma las calles de Calahorra

Calahorra (EFE).- La representación de la Pasión de Cristo tomó en la noche de Jueves Santo, un año más, las calles de Calahorra con la participación de unas 200 personas, entre actores y legiones romanas, que han puesto “mucho trabajo y cariño” para “contar una historia en un paseo de un kilómetro”.

Así lo ha afirmado a EFE la presidenta de la Agrupación Cultural Grupo Paso Viviente de Calahorra, Reyes Pérez, quien ha explicado que este Jueves Santo se ha retomado una tradición que “puede parecer un acto religioso, pero no es lo que se busca, es una obra teatral”.

“Contamos una historia y es cierto que el que sea creyente la va a vivir de una manera concreta, pero el que no lo sea la puede disfrutar igual, porque no deja de ser una obra de teatro” y “se puede ver y disfrutar con cualquier tipo de idea o sin ningún tipo de idea”, ha incidido.

Uno de los sellos distintivos de esta representación de la Pasión de Cristo, que celebra este año su edición número 40, es que, a diferencia de otras similares que se realizan en Semana Santa en el norte de España, es que “es una recreación nocturna y es verdad que, por la noche, a través del sonido, la música y demás, se crea un ambiente más mágico”, ha indicado.

Ha expresado que, al realizarse por la noche, “lleva a la gente a meterse más dentro de la historia, tal y como está narrada, al estar unida a diferentes canciones en momentos puntuales y al efecto de la luz y el ambiente que se crea con las legiones y el pueblo”.


Los participantes en esta obra teatral “trabajan mucho -algunos, desde diciembre del año pasado- para intentar que todo salga lo mejor posible” y, “para gustar, al final, intentas que aquel que venga a verlo lo disfrute, se lleve un buen sabor de boca y también le diga a sus amigos y conocidos que hay que ver esto porque merece la pena”.

Pérez ha indicado que, junto a quienes desfilan en la obra, unas 200 personas entre legiones y actores, está “la parte del pueblo judío, que acompaña a Jesús en esos últimos momentos” y al que se puede unir cualquier espectador, ya que “es cierto que cada año se anima más gente a vestirse y a verlo desde dentro”.