El escultor Félix Reyes ha ideado un "templo" de paja para honrar a la tierra dentro del festival de arte efímero que desde hace veinte años organiza en Santa Lucía de Ocón. EFE/Raquel Manzanares

“Arte en la tierra” cumple veinte años de obras efímeras en en el Valle de Ocón

Logroño, (EFE).- El festival “Arte en la Tierra” de obras artísticas efímeras comienza este sábado su vigéisma edición en el Valle de Ocón, marcada por el protagonismo que se le ha dado a sus creadores, Félix Reyes y Rosa Castellot, que después de dos décadas detrás de los focos son quienes han ofrecido su visión de la unión entre la expresión artística y la naturaleza.

En 2003 un grupo de creadores riojanos decidieron impulsar la idea que había surgido en Félix Reyes y Rosa Castellot de demostrar que un pequeño pueblo puede ser un gran escenario artístico y que la propia naturaleza o el municipio pueden aportar todo lo necesario para la creación.

Además, siempre con el respeto a la naturaleza y a sus ciclos, por lo que “Arte en la Tierra” siempre ha dado a los creadores la “orden” de que sus obras fueran efímeras, desmontables o degradables en poco tiempo, para no interrumpir ni la labranza, ni “romper” el idílico paisaje del Valle de Ocón “que cambia de nuevo en septiembre” cuando ya no se pueden ver las obras, ha detallado a EFE Castellot.

En veinte años Santa Lucía de Ocón ha atraído a artistas de muchos puntos del planeta, seducidos por la idea de crear en la naturaleza y con ella y de que sus obras formen parte, más o menos durante un mes, de un paisaje que luego cambia.

A principios de siglo existían algunas propuestas por Europa de este llamado “land art” pero muchas de ellas han quedado atrás y el festival riojano ha logrado perdurar, no ser “efímero” de momento, ni siquiera por la pandemia.

Pero como explican sus creadores, con la idea de que cada edición “puede ser la última” porque “es muy complicado sacarlo adelante y cada vez estamos más mayores”, detalla Castellot.

En parte, siente más el cansancio que otros años porque “los cinco amigos con los que arrancó esto se empeñaron en que ahora, por el veinte aniversario, nos tocaba a nosotros crear las obras y ha sido un proceso laborioso”.

Ella ha creado veinte dibujos diferentes de Santa Lucía de Ocón, para demostrar la variedad que ofrece un paisaje aparentemente inmóvil, y los ha distribuido por los lugares en los que los creó.

El escultor Félix Reyes también ha rendido un tributo a la naturaleza con su creación, denominada “Templo de la Madre Tierra”, una construcción de paja (que demuestra que cualquier materia “pobre” puede servir al arte), grandiosa, que preside uno de los campos de acceso al pueblo, cedido por su dueño.

Porque ese es otro de los “secretos” de “Arte en la Tierra”, la demostración de que el interés por el arte puede estar en cualquier persona y en cualquier lugar, hasta en el municipio más pequeño; la evidencia es que vecinos del pueblo se implican durante días en dar forma a las creaciones que año a año proponen los artistas llegados de fuera.