Logroño (EFE).- El enoturismo de la capital riojana consolida su diversidad y atractivo internacional, pese al retroceso del visitante nacional, ha afirmado este viernes la Asociación de Bodegas de Logroño, con motivo del Día Mundial del Enoturismo.
Esta asociación, en una nota, ha añadido que este año, a pesar de «las luces y sombras», confirma «la fortaleza del sector en Logroño, marcada por la calidad, la profesionalización y el aumento del público internacional, en compensación al retroceso del visitante nacional».
Las ocho bodegas que conforman esta asociación son Campo Viejo, Franco- Españolas, Marqués de Murrieta, Ontañón, Olarra, Ijalba, Arizcuren y Marqués de Vargas.

Seis diseñados noveles intervienen en diversos espacios de las centenarias Bodegas Franco-Españolas de Logroño, con motivo de la celebración de la octava edición del Día de la Moda. Imagen de archivo. EFE/Raquel Manzanares
Coinciden en que la capital riojana ha consolidado una propuesta enoturística de referencia, caracterizada por su diversidad, su enfoque urbano y su capacidad para atraer visitantes internacionales durante todo el año.
En conjunto, las bodegas de Logroño han recibido más de 80.000 visitantes en lo que va del presente año, dato referente a visitas convencionales, lo que confirma «el interés creciente por vivir la cultura del vino en un entorno accesible, cercano y de alto valor cultural».
El turismo internacional continúa al alza, mientras el visitante nacional muestra un comportamiento más prudente, condicionado por la coyuntura económica, han indicado.
Las experiencias gastronómicas, las catas personalizadas y los espacios abiertos al público, como wine bars y eventos culturales, se consolidan como los formatos con mayor demanda.
El visitante actual busca autenticidad, sostenibilidad y un contacto directo con el vino y quienes lo elaboran.